pensamientos para crecer...verdad y paz...
Pensamientos para crecer...
verdad y paz...
No existe cosa más excelsa que la verdad, ni más amada que la paz.
Esto es cierto en todos los hombres en general, y en especial en la juventud. Los jóvenes que cultivan estas cualidades no llegarán al mal, y si alguien comete un pecado, el compromiso a decir la verdad y buscar la paz lo conducirá al arrepentimiento y al abandono del pecado.
Así fue en todas las épocas y particularmente en la actual, en la que tantos han abandonado estos valores, la mentira predomina, y son pocos los que evitan las discusiones. No existe un factor más apropiado que la búsqueda de la verdad y el aprecio por la armonía, para conducir al hombre al arrepentimiento.
Se cuenta la historia de un hombre que cometió muchos pecados; robó, mintió y estaba involucrado en todo tipo de acto abominable. Un día su corazón se volcó hacia el arrepentimiento, pero el hombre no sabía por dónde comenzar. Se acercó a un conocido tzadík y le dijo: "He transgredido todo lo que la Torá prohíbe. Enséñame el camino para que pueda arrepentirme de mis pecados y no reincidir en ellos en el futuro". El tzadík le preguntó: "Si te digo que el arrepentimiento es sumamente difícil, ¿querrías aún seguir mi consejo?" El hombre respondió: "Incluso si me dijeras que debo arrojarme dentro de un horno encendido, lo haría". Entonces el tzadík preguntó: "Y si lo que te diré es mucho más difícil aún, ¿querrías todavía seguir mi consejo?" El hombre contestó: "¡Sí!"
El tzadík dijo entonces: "Regresa a tu casa en paz. Come lo que desees y haz lo que te plazca. Pero si alguien te pregunta `¿qué has hecho?', no mientas. Di la verdad; ese será tu arrepentimiento".
[...]
Tal como la verdad es una barrera que protege al hombre del pecado y lo conduce al arrepentimiento, de la misma manera la paz es una fuerza que lleva a la persona a comportarse correctamente. Toda persona que ama la paz y no pelea con sus maestros, familia y amigos, aprenderá de ellos bondad y siempre andará en sus caminos correctos. Ellos, a su vez, aprenderán de su comportamiento decoroso. De esta manera, la persona logra méritos para sí y también los confiere a los demás.
Dicha persona puede tener la certeza de que el pecado no se cruzará en su camino
Extraído de Nosotros y el tiempo. Eliahu Kitov