Parashat ha'Shavúa , - 9 Shavat 5767
Shavúa tov MeHa'Hillel sheKayam lifne sheHayu Batei HIllel
Una Buena Semana de la primera casa de Hillel de los EE.UU.
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Esta semana empezamos el viaje espiritual a través del Sinaí. La parashá se llama "B'Shalaj" (Éxodo: 13:17-17:16). Esta sección semanal está llena de significados y nos debería provocar muchas más preguntas que darnos respuestas.
Hasta su nombre parece algo raro.<< B'Shalaj>> significa "Cuando dejó salir el faraón al pueblo." Es de notar que Israel veía su liberación a causa de una decisión del faraón y no a causa de las acciones de D'os. Esta mentalidad es típica de la de los esclavos. Son personas que nunca han disfrutado del derecho de pensar por si mismas, hacer sus propias decisiones y aceptar la responsabilidad por sus errores. Los esclavos no son actores en la historia, sino son re-actores. Ahora, a pesar del cambio en su situación política su estado mental se ha quedado igual.
Así, la experiencia del Sinaí al partir de la división del mar rojo fuera una prueba de esta primera generación. ¿Eran los de esta primera generación capaz de cambiarse desde re-actores y transformarse en actores? Pueden hacer decisiones y aceptar las consecuencias de sus decisiones? Aceptar la responsabilidad de las acciones de uno es un concepto difícil que aprender y casi se pueda decir que desde este punto hasta el fin de las escrituras hebreas es el tema central del texto.
La experiencia de Sinaí es ambos un viaje y una caminata. La Biblia escogió la palabra hebrea perfecta para describir este concepto. Se usa la palabra "masá." Masá (derivada de la raíz verbal n-s-a significando: cargar; casar, llevar) nos dice que esta experiencia es más de un viaje (nisiyá) y más de una caminata (tiyul). Es una combinación de los dos conceptos. Israel necesitaba un destino, un objetivo final, en este caso la reunificación del pueblo con su tierra. Un viaje no es suficiente, debe haber también el paseo, la carga de una historia colectiva. La percepción que cada uno tiene su responsabilidad grupal y a la vez debe construir su vida considerando en ella las necesidades ajenas. A la vez nunca podemos olvidar que cada uno de nosotros es solo, debería tener su encuentro personal con D'os y con su lado espiritual. Llevar la historia sin ayuda pesa demasiado, necesitamos la ayuda del grupo, pero también no podemos permitir que nos perdamos entre el gentío.
Hasta su nombre parece algo raro.<< B'Shalaj>> significa "Cuando dejó salir el faraón al pueblo." Es de notar que Israel veía su liberación a causa de una decisión del faraón y no a causa de las acciones de D'os. Esta mentalidad es típica de la de los esclavos. Son personas que nunca han disfrutado del derecho de pensar por si mismas, hacer sus propias decisiones y aceptar la responsabilidad por sus errores. Los esclavos no son actores en la historia, sino son re-actores. Ahora, a pesar del cambio en su situación política su estado mental se ha quedado igual.
Así, la experiencia del Sinaí al partir de la división del mar rojo fuera una prueba de esta primera generación. ¿Eran los de esta primera generación capaz de cambiarse desde re-actores y transformarse en actores? Pueden hacer decisiones y aceptar las consecuencias de sus decisiones? Aceptar la responsabilidad de las acciones de uno es un concepto difícil que aprender y casi se pueda decir que desde este punto hasta el fin de las escrituras hebreas es el tema central del texto.
La experiencia de Sinaí es ambos un viaje y una caminata. La Biblia escogió la palabra hebrea perfecta para describir este concepto. Se usa la palabra "masá." Masá (derivada de la raíz verbal n-s-a significando: cargar; casar, llevar) nos dice que esta experiencia es más de un viaje (nisiyá) y más de una caminata (tiyul). Es una combinación de los dos conceptos. Israel necesitaba un destino, un objetivo final, en este caso la reunificación del pueblo con su tierra. Un viaje no es suficiente, debe haber también el paseo, la carga de una historia colectiva. La percepción que cada uno tiene su responsabilidad grupal y a la vez debe construir su vida considerando en ella las necesidades ajenas. A la vez nunca podemos olvidar que cada uno de nosotros es solo, debería tener su encuentro personal con D'os y con su lado espiritual. Llevar la historia sin ayuda pesa demasiado, necesitamos la ayuda del grupo, pero también no podemos permitir que nos perdamos entre el gentío.
El propósito de la experiencia del Sinaí era enseñar a Israel cómo vivir en grupo y a la vez mantener su individualidad. Para aprender esta lección se necesita más de los 40 años en el desierto, ¿se necesita tal vez toda la vida?
Rabbi Peter Tarlow