Parashat ha'Shavúa , - 15 Shavat 5767
Shabbat Shalom MeHa'Hillel sheKayam lifne sheHayu Batei HIllel
Shabbat Shalom de la primera casa de Hillel de los EE.UU.
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Esta semana celebramos una de las fiestas más únicas del calendario judío.
Aunque es una de las fiestas que clasificamos como "menores," Tu b-Shvat, o el año nuevo de los árboles, ha llegado a tener más importancia con el correr de los años.
El nombre de esta fiesta simplemente significa <<el 15 día del mes de Shvat.>> Es el día que tradicionalmente los árboles en Israel empiezan a florecer y es
una de cuatro años nuevos bíblicos, los otros tres siendo, el año nuevo bíblico de la Torá, que cae en la primavera, Rosh ha'Shaná o el nuevo año calendario que
celebramos en el otoño, y el año nuevo del ganado (o de los animales).
Para muchos años, sobre todo durante los años de sufrimiento en los ghettos de Europa, el pueblo no hizo caso suficiente al Tu b'Shvat. No obstante, habiendo terminado estas épocas tristes en la actualidad la fiesta ha vuelto a recibir mucha importancia. Notamos que es la primera fiesta del mundo que celebra la importancia de la ecología.
Esta fiesta nos enseña, por lo menos, tres lecciones importantes. La primera lección que nos enseña es que todos estamos relacionados con la naturaleza. Es decir que la salud de nuestra planeta debe preocupar a todos nosotros. La segunda lección que nos enseña es que toda la vida es preciosa, hasta la de las plantas. Esto no quiere decir que no deberíamos interaccionar con ella o utilizarla, pero si significa que estamos obligados a apreciarla y celebrarla, dándonos cuenta que la vida es sagrada.
La tecera lección de Tu b'Shvat es que no somos el centro del universo y que muchas veces vivimos según los caprichos de la naturaleza. Nadie es independiente de nuestros prójimos y nunca deberíamos olvidar que hasta el cambio más insignificante en el universo puede cambiar el equilibrio de la vida e impactarnos.
Por eso, Tu b'Shvat nos sirve como un símbolo de la humildad y el reconocimiento de la presencia de D'os en cada forma de la naturaleza. Comprendemos esta fiesta mejor cuando pensamos en las palabras famosas del salmista cuando nos escribía <<que toda la tierra y todo lo que está contenido en ella, pertenece a D'os>>
Aunque es una de las fiestas que clasificamos como "menores," Tu b-Shvat, o el año nuevo de los árboles, ha llegado a tener más importancia con el correr de los años.
El nombre de esta fiesta simplemente significa <<el 15 día del mes de Shvat.>> Es el día que tradicionalmente los árboles en Israel empiezan a florecer y es
una de cuatro años nuevos bíblicos, los otros tres siendo, el año nuevo bíblico de la Torá, que cae en la primavera, Rosh ha'Shaná o el nuevo año calendario que
celebramos en el otoño, y el año nuevo del ganado (o de los animales).
Para muchos años, sobre todo durante los años de sufrimiento en los ghettos de Europa, el pueblo no hizo caso suficiente al Tu b'Shvat. No obstante, habiendo terminado estas épocas tristes en la actualidad la fiesta ha vuelto a recibir mucha importancia. Notamos que es la primera fiesta del mundo que celebra la importancia de la ecología.
Esta fiesta nos enseña, por lo menos, tres lecciones importantes. La primera lección que nos enseña es que todos estamos relacionados con la naturaleza. Es decir que la salud de nuestra planeta debe preocupar a todos nosotros. La segunda lección que nos enseña es que toda la vida es preciosa, hasta la de las plantas. Esto no quiere decir que no deberíamos interaccionar con ella o utilizarla, pero si significa que estamos obligados a apreciarla y celebrarla, dándonos cuenta que la vida es sagrada.
La tecera lección de Tu b'Shvat es que no somos el centro del universo y que muchas veces vivimos según los caprichos de la naturaleza. Nadie es independiente de nuestros prójimos y nunca deberíamos olvidar que hasta el cambio más insignificante en el universo puede cambiar el equilibrio de la vida e impactarnos.
Por eso, Tu b'Shvat nos sirve como un símbolo de la humildad y el reconocimiento de la presencia de D'os en cada forma de la naturaleza. Comprendemos esta fiesta mejor cuando pensamos en las palabras famosas del salmista cuando nos escribía <<que toda la tierra y todo lo que está contenido en ella, pertenece a D'os>>
Tu b;Shvat nos enseña que la tierra no es nada más que un préstamo precioso a nosotros y es nuestra tarea ser los mejores <<dueños>> de ella que sea posible. ¿Lo somos?
Rabbi Peter Tarlow