Un señor muy piadoso le pidió a Dios ser rey mago
Tesoros de ayer. Reflexiones para hoy…
Padre Marcelo Rivas Sánchez
“Un señor muy piadoso le pidió a Dios ser rey mago.
Dios de tanto escucharlo se lo concedió.
Pero le advirtió que ser rey era una cosa muy seria.
De repente quedó convertido en rey:
Corona, traje, cetro y un gran camello.
Se puso en camino en busca del Niño Jesús.
En su marcha encontró a una señora que por falta de pan
se le moría su hijo y por eso le entregó la corona.
Un anciano temblaba de frío y le ofreció su traje.
A un cojo que había perdido su muleta
le regaló su cetro.
Ya frente al portal de Belén se encontró sin nada.
La Virgen salió a su encuentro y le dijo:
Los otros reyes incienso, oro y mirra me han traído,
en cambio caridad y amor me regalas.
Eres por tanto, bendito entre los benditos?
UNOS REYES DE VERDAD Y NO MAGOS DE MENTIRAS.
La Iglesia celebra con mucha oración, alegría y calor familiar la llegada del nuevo año. Feliz año 2006. Y nos hace detener en una fiesta muy singular y muy llena de colorido dentro de un marco muy alegre. Se trata de la fiesta de los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltazar. Con sus tres regalos: incienso como a Dios, oro como a rey y mirra como a hombre para significar que el nacido era de verdad el Mesías, el ungido y escogido para salvarnos. La fiesta lleva por nombre la Solemnidad de la Epifanía, que significa manifestación de Dios a la humanidad.
Cuando se habla de reyes estamos diciendo que son unos personajes importantes y de una condición real que merecen respeto y admiración. Ellos se han trasladado de partes muy remotas para celebrar al portal de Belén la llegada del Niño Dios. Por eso el título de nuestro escrito: Unos Reyes de verdad y no unos magos de mentiras. Pues la sociedad convencional y repetitiva de actos ha comenzado a desvirtuar su significado para hacerla caer en banalidad.
1. Verdaderos Reyes: es una fiesta de reyes que proceden y a la vez representan a Europa, Asia y ?frica. En cada uno de ellos su piel, su colorido y su ropaje tan vistoso y bien llevado. Su mensaje central está en que cada uno de ellos, los tres reyes, dan a conocer que Cristo, el niño que está naciendo, representa la luz y la salvación de Dios para todas las naciones. Así como ellos salen al encuentro del Mesías, Dios sale también a todo hombre. Son estudiosos que se dejan guiar por la estrella que les anuncia y les lleva hasta la cueva donde nace la esperanza de los pueblos. Estamos hablando de unos reyes que nos gritan que la salvación es universal y no para unos pocos. Salvación de Dios por Cristo para todos los hombres y naciones. Estos reyes vienen convencidos, es decir, llenos de fe que se identifica con la fe de los pastores. Rechazan la incredulidad del restante pueblo que se resiste porque quieren vivir en la tinieblas y no aceptan la luz que viene a ser Cristo que ilumina a todos y mostrarles el camino verdadero. (Misión muy propia de la estrella). Son unos reyes estudiosos que se remiten a los textos de Miqueas 5,1 y 2 de Samuel 5,2 donde se constata que es en Belén de Judá el lugar del nacimiento del niño Mesías, jefe y pastor de Israel. Además, debo decir con toda la fuerza, que son unos reyes verdaderos pues van primero y se les presentan a las autoridades, caso concreto a Herodes quien se sobresaltó y luego después de adorar al niño se desvían de camino para no entrar en contacto con rey malintencionado.
2. Magos de mentiras: en esta fiesta se corre el peligro en que caigamos en un día de muchos regalos, de sorpresas y juguetes donde muchos nos disfrazamos para darle colorido, pero en el fondo es continuar con un extenso comercio que desfigura y falsea su verdadero sentido. Por ejemplo, damos a nuestros hijos unos juguetes pero todo el año los golpeamos, los insultamos, los vejamos y hasta les negamos lo elemental para vivir dignamente. También se corre el peligro de quedarse en el cuento casi infantil de una larga jornada y que por “casualidad? tropezaron con una familia que traía naturalmente al mundo un hijo y ahí se da el encuentro. Cuestión ridícula y simple. O quedarse con la idea de la tristezas de unos magos que habían descubierto el nacimiento de un rey y se encuentran con un niño pobre en los brazos de una tímida mujer de pueblo. No pueden ser magos pues la superstición no alcanza para entender o aceptar a Dios, más bien se enreda en frases, acciones y cuestiones que nadie las puede entender.
Estos santos reyes que son portadores del mejor regalo. Por eso viene en camellos y con sus mochilas repletas. Nos dicen que no es una leyenda que pasó de generación en generación, sino que es una vivencia sentida y vivida como acontecimiento salvífico de un Dios que sale al encuentro de la humanidad que ama y quiere salvar. De ahí que para nosotros este hermoso momento de la Epifanía que nos revela a un Jesús, Dios hecho hombre es una verdad que en cada fe madura representa gozo, adoración, alabanza y una gran oportunidad para agradecerle a Dios tanto bien a favor de todos.
diosbendice1@cantv.net