Tesoros de ayer. Reflexiones para hoy…

Padre Marcelo Rivas Sánchez

El león y los tres bueyes.
Pastaban juntos siempre tres bueyes.
Un león quería devorarlos, pero el estar juntos los tres bueyes le impedían hacerlo, pues el luchar contra los tres a la vez lo ponía en desventaja.
Entonces con astucia recurrió a enojarlos entre sí con pérfidas patrañas, separándolos a unos de los otros.
Y así, al no estar ya unidos, los devoró tranquilamente, uno a uno�?

UN DICIEMBRE QUE NOS INVITA A DETENERNOS

Para nadie es un secreto que diciembre es el mes más alegre, pero también un mes muy peligroso, pues en el cabe la magia del color de unas luces, la sencillez de un niño que nace en el portal de Belén, la belleza de una estrella que nos recuerda lo grande del cielo, la firmeza de María la Virgen para hacer compromiso, la figura descollante de san José hombre justo y virtuoso, pero también, muchos peligros dinero a granel, diversiones de inventos pornográficos, familias destruidas por la división y la rabia, borracheras en combinación con drogadicción, desespero delincuencial y salas de juego envite y azar con muestra de tarantines ofreciendo sueños e ilusiones pasajeras de miles de números que nunca aparecen como ganadores.

Diciembre nos detiene y nos llama a conciencia. Son muchos los que se despiden para siempre en una carrera alocada y desenfrenada donde la vida ya no tiene valor y la sangre mancha carreteras, enluta hogares y produce mucho dolor. Al detenernos debemos pensar seriamente:
• Que la velocidad que le imprimimos a la vida para lograr cosas materiales es muy, pero muy alta a la velocidad que marcamos para buscar lo grande y lo de valor. Son muchos los que se debaten e incluso venden sus conciencias a los postores de la falsa felicidad. Para destruir el hogar con la infidelidad va a 1.000 kilómetros por hora y para enmendar, recoger y respetarlo la aceleración no llega ni a 2 kilómetros por año.
• Que, la gran mayoría, busca dividir, separar a unos de otros. Donde hay un exceso de enfrentamiento, rabias, y una manera muy amarga de la envidia que produce dolencia y una fuerte carga de decepción de quien nunca se esperaba esa respuesta o postura.
• Que somos muchos los que, en medio de ese río revuelto por la división, buscan obtener ganancias como el león de la historia de Esopo que aprovechó la separación de los toros para tragarlos a todos.
• Que diciembre no puede ser el simple resultado de una la alocada carrera por la búsqueda antojosa de corotos, premios, aguinaldos, luces, dulces y todo lo que quiere tapar u ocultar el verdadero mensaje de la navidad.

Lo anterior nos está diciendo que esta hermosa fiesta nos llama a la unidad en la alegría, pero también a esa toma de conciencia donde cada uno tiene que saber que este no será el último diciembre, sino que si los vivimos con respeto, dignidad y cristianamente nos servirá de base seria para iniciar una vida cristiana y ajustada a los principios de fe.

Por eso déjame regalarte…
Paz de un corazón lleno de misericordia.
Amor de una vida repleta de sorpresas.
Perdón de uno que ha vivido el perdón de su equivocación.
Amistad sabiendo que en soledad nos se puede vivir.
Una tarjeta escrita con letras de cariño para quien sabe reconocer.
Un abrazo en la necesidad de unirnos y saludarnos.
Una bendición inevitable para sentir entre nosotros a un Dios que todo lo da.

Si permites que deshagan tu unidad con los tuyos,
más fácil será que te dañen.

diosbendice1@cantv.net