Te quiero
Ya sé que lo sabes,
sólo que hay veces que
me gusta repetírtelo, ¿cuántas veces?
las veces que tú quieras.
Y viéndote ahora, creo que hoy es
uno de esos días, en los cuales
necesitas ser mimada,
un poco más, que otras veces.
Estás agotada, cansada de presiones,
de otras tantas cosas...
que encierran tus días, uno a uno.
Ven, sentémonos juntos en el hogar,
toma un café, charlemos sobre las cosas
que revolotean sobre esa cabeza de reina triste,
de tus cosas, de las mías.
Desahógate sobre mis oídos,
que atentos a tus palabras
están entregados, en un hechizo
del que no desean salir.
Dame tu mano, siente mi calor,
mi compañía, ¡estoy aquí! contigo!.
Dame la oportunidad de ayudarte,
cada vez que me necesites,
allí estaré, a tu lado, siempre.
Ahora deja ese café,
¿pero..... ni siquiera lo has tomado?
Ven recuéstate, a mi lado,
duerme, sueña ...ya nadie te hará daño,
porque estaré contigo,
soñemos juntos, te daré todo de mi.
Volemos lentamente,
como palomas libres, hacia el cielo,
dejando por sólo un instante,
lo monótono y cotidiano en la distancia
que tanto nos separa.
Tomás Pastor y Manzanares