Al concluir las sederes (sdarim) de Pésaj la acción tradicional, y para algunos raro, de contar el omer unifica la fiesta de Pésaj con la de Shavuot una fiesta que ocurre 49 días después. Esta acción, basada en un versículo del Libro de Levítico (23:15), nos dice que estamos obligados a numerar los días entre las fiestas de Peesaj y de Shavuot

Conocemos este periodo de contar como la "Sifirat Ha'Omer" o la acción de contar el omer (un "omer" es una medida hebrea usada durante las cosechas de la cebada)  unifica en lo tangible y en lo intangible la fiesta de la libertad (Pésaj) con la de las mitzvot (shavuot). Su mensaje central es que los dos conceptos son necesarios. La libertad sin la obligación externa es el "encarcelamiento de caos," y las obligaciones de Shavuot impuestas sin el derecho de escoger son el "encarcelamiento del espíritu humano."

Casi no hay niños judíos que ignoren que Pésaj trata de nuestra redención nacionald.  Los símbolos de la fiesta nos recuerdan que somos libres solamente por la fuerza divina y que la libertad es uno de los regalos divinos más preciosos. Aunque celebramos Pésaj solamente una vez al año, sus símbolos nos enseñan la importancia de la libertad por todo el año. Como seres humanos tenemos la capacidad de hacer grandes cosas y a la vez mucho daño. Es una verdad que la distancia separando el esclavo de su amo es meramente una cuestión de suerte.

El éxodo de Pésaj solamente es valido si nosotros también hacemos en un viaje personal desde la esclavitud física hasta la libertad espiritual.  Aunque solamente 49 días (7 días multiplicados por 7 semanas) separan las dos fiestas, su diferencia espiritual es grande. La acción de contar el omer simboliza el viaje que cada uno de nosotros debe hacer desde la pura libertad hasta la responsabilidad. Nos enseña que nadie vive en un vacio completo, que solo podemos expresarnos si tenemos una sociedad en que no tememos el caos.

La ación de contar el omer entonces funciona como un vehiculo para relacionar la fiesta de la libertad, Pésaj, con la del regalo de la ley, la celebración de Shavuot.  La acción de contar estos 49 días también nos recuerda que la libertad sin orden y sin la responsabilidad personal rápidamente se deshacen en el caos.

Estas dos fiestas juntas nos enseñan que la salvación de la esclavitud no es completa sin hacernos en un pueblo de leyes y de orden.  En la misma manera,  cada uno de nosotros hace su propio viaje espiritual tanto por el tiempo cuanto por el espacio. Estos días nos enseñan que ser humano es poder cambiarse, y que todos debemos buscar el equilibrio en la vida entre lo tangible y lo intangible, entre la creatividad artística y el orden.

 

B'shalom u-vrachah,
In peace and blessings,