Palabras La Nación 04/04/08 - Jorge Luis Borges
Palabras
Viernes 4 de abril de 2008 | Publicado en la Edición impresa
No basta ser el último para ser alguna vez el primero.
Dichosos los que saben que el sufrimiento no es una corona de gloria.
No odies a tu enemigo, porque si lo haces, eres de algún modo su esclavo. Tu odio nunca será mejor que tu paz.
Si te ofendiera tu mano derecha, perdónala; eres tu cuerpo y eres tu alma y es arduo, o imposible, fijar la frontera que los divide...
No exageres el culto a la verdad; no hay hombre que al cabo de un día no haya mentido con razón muchas veces.
Busca por el agrado de buscar, no por el de encontrar.
La puerta es la que elige, no el hombre.
Felices los valientes, los que aceptan con ánimo parejo las palmas o la derrota.
Feliz el pobre sin amargura y el rico sin soberbia.
Nada se edifica sobre la piedra, todo sobre la arena, pero nuestro deber es edificar como si fuera piedra la arena...
Felices los que guardan en la memoria palabras de Cristo o de Virgilio, porque éstas darán luz a sus días.
Da lo santo a los perros, echa tus perlas a los puercos; lo importante es dar.
Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor.
Felices los felices.
Dios es más generoso que los hombres y los medirá con otra medida.
Publicamos una selección de Fragmentos de un evangelio apócrifo , de Jorge Luis Borges (1899-1986)
Dichosos los que saben que el sufrimiento no es una corona de gloria.
No odies a tu enemigo, porque si lo haces, eres de algún modo su esclavo. Tu odio nunca será mejor que tu paz.
Si te ofendiera tu mano derecha, perdónala; eres tu cuerpo y eres tu alma y es arduo, o imposible, fijar la frontera que los divide...
No exageres el culto a la verdad; no hay hombre que al cabo de un día no haya mentido con razón muchas veces.
Busca por el agrado de buscar, no por el de encontrar.
La puerta es la que elige, no el hombre.
Felices los valientes, los que aceptan con ánimo parejo las palmas o la derrota.
Feliz el pobre sin amargura y el rico sin soberbia.
Nada se edifica sobre la piedra, todo sobre la arena, pero nuestro deber es edificar como si fuera piedra la arena...
Felices los que guardan en la memoria palabras de Cristo o de Virgilio, porque éstas darán luz a sus días.
Da lo santo a los perros, echa tus perlas a los puercos; lo importante es dar.
Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor.
Felices los felices.
Dios es más generoso que los hombres y los medirá con otra medida.
Publicamos una selección de Fragmentos de un evangelio apócrifo , de Jorge Luis Borges (1899-1986)
DESDE EL AFECTO....RAFAEL