«MATRIMONIOS Y NADA M�?S»

Indiferencia, soledad, silencios, cruce cotidiano de palabras, a veces en voz alta, a veces sin sentido...

Los "Te Quiero" que se fueron y ese qué me importa que taladra el alma.

Cuando el amor se esfuma, se pierde o se va, de poco valen las explicaciones ni tampoco encontrar quién fue el culpable... Sólo se va...

"Hasta que la muerte los separe"... la muerte del amor los separe...será...

¡Qué triste es estar viviendo bajo el mismo techo cuando ya no se ama más!

¡Qué denigrante es compartir la misma cama cuando hasta los deseos e han dormido para no despertar más!

Y ya no quedan más excusas bajo la almohada para decir, no...

A veces, ya ni los hijos sirven de pretexto cuando el sentir está buscando una verdad.

Esa que nos señala que aún adentro del mismo hogar, aunque rodeada de gente, se siente esa inmensa soledad.

Y no querer llegar nunca a casa porque nadie te espera.

Y no tener ganas de dormir porque nadie te sueña.

Y no tener voluntad de irse, porque nadie va a notar la ausencia...

Cuando el matrimonio enferma, se enferma el alma.

Y un amor moribundo clama por salir a la luz.

Y no sólo enferma el alma, también se enferma el cuerpo: ya no hay ganas de cuidarse, ni de ponerse linda para quién?, ni de sentirse joven cuando es el espíritu el que envejeció.

Y ese no saber nunca si me quedo o me voy que va matando de a poco.

Y un "¿por qué estoy?" no resuelto, termina siendo tu propia extremaunción.

Cuesta entenderlo, sobre todo cuando se descubre que es hora de irse, porque existe otra vida afuera, y que la que uno tiene es única e irrepetible y no se puede dejar pasar.

Y que si ese amor de a dos ya no existe, es el amor hacia uno mismo el que sí debe seguir vivo.

Es solamente darse cuenta nada más.

A veces se está a tiempo, los dos están a tiempo para volver a empezar juntos, ¡sólo hay que comenzar a hablar!

Es dialogando sobre lo que a uno le pasa y escuchando al otro, como todo se puede lograr.

Otras, es demasiado tarde para ambos, y el volver a empezar es para cada uno y por su lado poder encontrar la felicidad.

El amor no ata, solo une. Y cuando desune, si ata hace mal.

La libertad -juntos o separados- es un derecho que jamás se debe postergar para más adelante.

La tenemos que buscar incansablemente y hasta la hora final.

¿Para qué?.... ¡Por mí!

¿A donde voy?... ¡A vivir!

¿Qué busco?...¡Un poco de felicidad!

¿Y los hijos?... Seguramente van a crecer mejor viéndome sonreír!

¿No será tarde?... Nunca es demasiado tarde cuando se trata de VIVIR!!!

Texto
~Ana Solá~