23 de octubre 2005, ángel
Querido amigo, hace mucho tiempo estuviste en la creación original. Tú eras ángel que creaba. Tú eras pionero con la más alta comprensión de cómo crear con la energía del Eterno. Tú te divertías con ello y jugabas con ello y lo experimentabas en plenitud. Tú le brindaste mucha alegría al Espíritu. Tú fuiste altamente creativo. Tú seguiste creando y creando y yendo hasta los bordes de la creación. Y pasó algo que ni Tú ni el Espíritu habían experimentado antes. Ello fue la transición de la unidad a la dualidad. Tú estabas al borde de la misma con tu cuerpo de luz. Y continuaste creando y experimentando al borde del primer círculo. Y ese fue un momento muy retador y difícil. Ahí fue donde por primera vez te sentiste desconectado del Espíritu. Tú empezaste a experimentar cosas como la desconfianza. Empezaste a experimentar cosas como la ira y el odio. Tú estabas cambiando. Estabas saliendo del primer círculo y experimentando, en vez de uno, dos: la dualidad. Te estabas transformando. Tú eras aquella proverbial oruga pasando saliendo del capullo convertida en una mariposa.