19 de Setiembre, 2005
Septiembre 19
El que dice es muy inferior al que hace.
Mejor es hacer que decir.
Has dicho muchas veces que te ibas a corregir de tus defectos. A que no serias tan impetuoso, tan violento, tan irreflexivo, tan..., lo has dicho muhcas veces y te lo has dicho a ti mismo.
¿No habrá llegado el tiempo de hacer, más que de decir?
Todas las palabras no pesan como una sola obra.
Cuando has hablado a los otros, les ha dicho cómo deben ser consigo mismos, con sus familiares, con todos los demás... ¿No será tiempo de que no hables tanto y hagas tú lo que les dices que deberían hacer ellos?
Indudablemente la promesa tiene su valor, al menos denota una buena voluntad que siempre debemos suponer sincera. Pero si la promesa es buena, mucho mejor es la realización.
Los cinco minutos de Dios
de Alfonso Milagro
Silvia Mónica del Rio