del 01 Setiembre, 2005
Septiembre 1º
Hay un momento admirable en la vida de todo hombre: es el momento en el que se compromete ante su propia conciencia, a vivir el heroísmo del cumplimiento del deber.
Desde ese momento el hombre mira todas las cosas desde otro punto de vista y todo cobra nuevos reflejos, nueva vida.
Desde ese momento se abre en la vida del hombre una nueva etapa, más hermosa y sublime; la más hermosa y sublime de toda su vida; porque en ella ha entrado a ocupar un lugar, no sólo importante, sino decisivo, el deber, en lugar del dinero, del placer, del confort, del egoísmo.
Y si el deber ocupa el primer lugar, también lo ocupa Dios, y si Dios es el primero, todo queda en orden.
Y, cuando todo está en orden, el hombre goza de verdadera y auténtica paz.
Con no poca razón los antiguos definieron la paz como "la tranquilidad en el orden".
Te deseo la paz de tu conciencia.
Los cinco minutos de Dios de Alfonso Milagro
Silvia Mónica del Rio
San Guillermo-Santa Fe-Argentina