REFLEXION DIARIA JULIO 11, 2005
La fe no es un producto de la razón, sino que es un don de Dios, en consecuencia, no llegarás nunca a la fe, discurriendo tú, sino solamente Dios te la puede dar; y ciertamente te la dara si tú eres suficientemente humilde para esperarla de El y nada mas que de El, pero si pretendes alcanzarla por ti mismo, no llegarás a la fe nunca.
¿Cuál será tu responsabilidad, si no tiene fe?
El no haberte dispuesto con suficiente humildad a Dios solamente se le puede ver cuando se pone uno de rodillas, por mas que nos duela doblar nuestras rodillas y por mas que juzguemos que esa posición es indigna de un hombre.
La experiencia del mundo nos ha llevado al convencimiento de que el que no se arrodilla ante Dios, no tarda en arrodillarse ante los hombres, y esto si que es humillante, como Dios está en tu interior, si caminas con la cabeza demasiado ergida, nunca verás a Dios, pero si la inclinas, como mirandote a ti mismo, a tu interior, allí lo podrás descubrir con facilidad.
Los cinco minutos de Dios de Alfonso Milagro
Silvia Mónica del Rio
San Guillermo-Santa Fe-Argentina