REFLEXION DIARIA JULIO 9, 2005
Es preciso comprender todo el alcance de la fe.
Creer es nada más y nada menos que acostumbrarse a amar, comprometerse siempre más, compartirlo todo por amor a Cristo: hasta mi vida, mi sangre (¡por qué no en un centro de transfuxión?), mi tiempo, mi dinero, mi cultura, mis diversiones, mi casa, mi comida, mi alegría, mi amistad, mi debilidad, mis fuerzas, mis proyectos,
mi ideal, mis esperanzas, mi esperanza cristiana, mi voluntad de creer, a pesar de todo, contra todo en la salvacion infalibre del hombre y del mundo por Cristo.
Yo digo que soy creyente; ¿en qué se notan mis creencias?, ¿mi dependencia de Dios? ¿Quien es Dios para mi: un ser abstracto o un ser personal, tripersonal?
Un Dios que no se preocupa de mí o, por el contrario, un Dios que piensa en mí y que me ama?
A veces oigo decir por ahi que cada uno debe ser religioso "a su manera", pero , si tengo fe en que Dios ha hablado,
¿como puedo ser religioso a mi manera y no a la manera como Dios me ha dicho que debo serlo?
Los cinco minutos de Dios de Alfonso Milagro
Silvia Mónica del Rio
San Guillermo-Santa Fe-Argentina