Parashat ha'Shavúa de Texas A&M Hillel : 17 Adar, 5769
Shabbat Shalom MeHa'Hillel Ha'Rishon b'Artzot ha'Brit
Shabbat Shalom desde la Primera Casa de Hillel de los EE.UU.
Shabbat Shalom desde la Primera Casa de Hillel de los EE.UU.
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Debido a las vacaciones académicas de primavera, no se publicará el próximo ejemplar de Parashat ha'Shavúa hasta el 26 del mes corriente.
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A causa de la celebración religiosa de Purim estudiamos durante la semana pasada Meguilat-Ester (El Libro de Ester). Esta semana volvemos a nuestro ciclo normal y estudiamos la parashá de la semana pasada Tetzaveh (Éxodo 27:20-30:10) y la para esta semana llamada "Ki-Tisah" (Éxodo 30:11-34:35).
Estas dos secciones semanales son dos secciones que no se suelen leer juntas. De hecho, la primera es una de las secciones de la cual muchos lectores de la Biblia preferirían hacer caso omiso. Al contrario, Ki-Tisá nos mantiene el interés ya que trata de la subida de Moisés al Monte Sinal para recibir los Diez Mandamientos y con la historia trágica del becerro de oro. Así se parecen que estas dos secciones semanales son muy diferentes una de la otra.
La primera de las dos que estudiamos se ubica entre la entrada de los Hijos de Israel en un futuro precario. Leímos en una parashá anterior que Moisés debió confesar que Israel va adelante con nada más que la fe. En Éxodo 10:26 dice Moisés "V'anajnu lo nedah ma naavod et Adoshem ad boanu shamah/No sabremos que hacer para servir a D'ós hasta nuestra llegada" Es decir que Moisés tenía una visión y su viaje era un viaje de fe, pero no tenía la más mínima idea cómo iba a llevar a cabo esta visión. Ahora en Tetzaveh, D'os establece la primera estructura en la construcción del Mishcán (tabernáculo portátil). En la parashá que sigue debido del becerro de oro nos enteramos de que cuan rápidamente el pueblo vuelve a la idolatría.
Irónicamente en Tetzaveh aprendemos cómo Aron hubo de vestirse para servir a D'ós como su Cohen Gadol (Gran Sacerdote) cuyo trabajo era dirigir al pueblo en la adoración de D'ós y al contrario lo dirige a la adoración de un ídolo.
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A causa de la celebración religiosa de Purim estudiamos durante la semana pasada Meguilat-Ester (El Libro de Ester). Esta semana volvemos a nuestro ciclo normal y estudiamos la parashá de la semana pasada Tetzaveh (Éxodo 27:20-30:10) y la para esta semana llamada "Ki-Tisah" (Éxodo 30:11-34:35).
Estas dos secciones semanales son dos secciones que no se suelen leer juntas. De hecho, la primera es una de las secciones de la cual muchos lectores de la Biblia preferirían hacer caso omiso. Al contrario, Ki-Tisá nos mantiene el interés ya que trata de la subida de Moisés al Monte Sinal para recibir los Diez Mandamientos y con la historia trágica del becerro de oro. Así se parecen que estas dos secciones semanales son muy diferentes una de la otra.
La primera de las dos que estudiamos se ubica entre la entrada de los Hijos de Israel en un futuro precario. Leímos en una parashá anterior que Moisés debió confesar que Israel va adelante con nada más que la fe. En Éxodo 10:26 dice Moisés "V'anajnu lo nedah ma naavod et Adoshem ad boanu shamah/No sabremos que hacer para servir a D'ós hasta nuestra llegada" Es decir que Moisés tenía una visión y su viaje era un viaje de fe, pero no tenía la más mínima idea cómo iba a llevar a cabo esta visión. Ahora en Tetzaveh, D'os establece la primera estructura en la construcción del Mishcán (tabernáculo portátil). En la parashá que sigue debido del becerro de oro nos enteramos de que cuan rápidamente el pueblo vuelve a la idolatría.
Irónicamente en Tetzaveh aprendemos cómo Aron hubo de vestirse para servir a D'ós como su Cohen Gadol (Gran Sacerdote) cuyo trabajo era dirigir al pueblo en la adoración de D'ós y al contrario lo dirige a la adoración de un ídolo.
Si leemos juntas estas dos secciones que aparecen estar deshilvanadas, vemos que el texto nos enseña que hasta las mejores de ideas necesitan una estructura. En la primera nos enteramos de la manera cierta de construir el mishcán, cómo han de juntar lo espiritual con lo intelectual, y cómo se unificará lo físico con lo metafísico. Es de notar la diferencia de la construcción del Mishcán de la de la torre del Babel. En ésta solo hay la ingeniería sin la espiritualidad, solamente el deseo de crear sin el de servir. En la segunda parashá estudiada aprendemos que se necesita la estructura no solamente en el mundo físico sino también en el temporal. Es en la parashá para esta semana que leemos acerca del concepto únicamente judío de Shabat (el sábado sagrado) y con este día la estructura del tiempo. La lección para esta semana es que la vida no es un solo momento sino un corriente que fluye por el tiempo y nos exige que integremos cada aspecto de la vida con nuestra relación con el Eterno. En los dos casos, hay un sentido de responsabilidad y obligación de dar cuenta por nuestras acciones, Desde la perspectiva de la Biblia todos tenemos una cantidad limitada de tiempo y de energía durante el cual podemos construir nuestro propio mundo. Cómo elegimos estructurar nuestro ambiente y el tiempo que D'ós nos ha dado es nuestra decisión. ¿Cómo van a usar lo suyo?
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II Congreso Anual Sobre Los Cripto-Judíos
Patrocinado por la Oficina del Chancellor de Texas A&M, por Las Facultades de Historia, de Filosofía y de Estudios Hispanos, por el Dept de Asuntos Interculturales, por La Casa de Hillel de Texas A&M Uniuersidad y por la Federación Judía de Houston
Para enterarse de los expositores, horarios de las ponencias etc. por favor dirigirse a la página:
http://www.mnemotrix.com/crypto/conf
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Favor de transmitir a todos sus socios, disculpas por las duplicaciones.
L'Biddurjem/Para reír
En el segundo piso de un edificio vivía un borrachín. Cada noche llegaba muy tarde, se quitaba los zapatos y como estaba borracho, los dejaba caer al suelo de su pieza.
Y, como era muy tarde, el vecino que vivía en el piso de abajo, despertaba por el ruido causado por los zapatos.
Un día, el vecino de abajo le habló a su vecino borracho de arriba y le dijo: - "Lo que tú bebes, es asunto tuyo. Que te dé prove cho. A mi no me interesa. Pero, a medianoche cuando te quites los zapatos, no los tires, porque me despierto de un tremendo salto cada noche. Por favor, ponlos bien despacito en el piso".
"Está bien" - le contestó el borrachín.
A la noche siguiente, como de costumbre, el hombre llegó a casa bien borracho y bien tarde. Se quitó un zapato y lo tiró al suelo, como era su costumbre. Al quitarse el segundo, se acordó de lo convenido con su vecino y lo puso bien despacito en el suelo.
El vecino de abajo, al despertarse por el ruido del primer zapato, quedó esperando el ruido del segundo para no despertar una vez más.
Y, como era muy tarde, el vecino que vivía en el piso de abajo, despertaba por el ruido causado por los zapatos.
Un día, el vecino de abajo le habló a su vecino borracho de arriba y le dijo: - "Lo que tú bebes, es asunto tuyo. Que te dé prove cho. A mi no me interesa. Pero, a medianoche cuando te quites los zapatos, no los tires, porque me despierto de un tremendo salto cada noche. Por favor, ponlos bien despacito en el piso".
"Está bien" - le contestó el borrachín.
A la noche siguiente, como de costumbre, el hombre llegó a casa bien borracho y bien tarde. Se quitó un zapato y lo tiró al suelo, como era su costumbre. Al quitarse el segundo, se acordó de lo convenido con su vecino y lo puso bien despacito en el suelo.
El vecino de abajo, al despertarse por el ruido del primer zapato, quedó esperando el ruido del segundo para no despertar una vez más.
Y siguió esperando, y siguió esperando, pero no hubo segundo golpe desde arriba. Entonces tomó un palo, golpeó el cielo raso y empezó a gritar: "¿Y qué hay con el segundo zapato? ¡Estoy esperando! ¡Ya quisiera dormir!".
B'shalom u-vrachah,
In peace and blessings,
Rabbi Peter Tarlow
In peace and blessings,
Rabbi Peter Tarlow
Rabbi Peter Tarlow