Parashat ha'Shavúa , para la semana de: 16 Shvat, 5769
Shavúa Tov MeHa'Hillel Ha'Rishon b'Artzot ha'Brit
Una Buena Semana desde la Primera Casa de Hillel de los EE.UU.
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El 9 de febrero conmemoramos una de las fiestas judías clasificadas como "fiestas menores," ésta siendo la de Tu b'Shvat, Hace muchos milenios que la fiesta de Tu b'Shvat (el "año nuevo de los árboles") nos recuerda la importancia del ambiente del planeta y que debemos darnos cuenta del trato que le damos. Es interesante notar que aunque los modernos solamente recién descubieron la importancia de nuestra relación con el planeta, el pueblo judío la ha comprendido desde hace sus orígenes bíblicos. Por ejemplo en Sefer T'hilim (el Libro de Salmos) dice: "LAdon-i ha'Aretz uMlo'o; tevel v'yoshvei-bo/La Tierra y todos sus productos Le pertenecen al Señor; toda la planeta y todos sus habitantes son de Él) (Salmos:24:1)
En la lectura del sábado anterior se lee la sección semanal de la Torá que se llama "b'Shalaj" (Éxodo 13:17-17:16). Esta sección nos relata la salida de los israelitas de Egipto y la separación de las aguas del Yam Suf (el Mar de Cañas y en castellano mal traducido como el Mar Rojo). Nos recuerda que nunca es fácil conseguir la libertad y hay que estar dispuesto a tomar riesgos para merecerla.
A primera vista, nos parece que esta sección de la Torá tiene poco que ver con la fiesta de Tu b;Shvat, pero si luchamos con el texto podremos encontrar abajo de su superficie el hilo filosófico que unifica las dos. Las dos hablan de la naturaleza. Si leemos B'Shalaj con cuidado notamos que las aguas solo se dividieron cuando los israelitas se atrevieron a entrar en el mar. ¿Estaba dispuesto D'os a ayudarnos solo cuando Vio que estábamos dispuestos de tomar los primeros pasos?
Según las tradiciones antiguas los árboles se florecen (en Israel) en el día de Tu b'Shvat. Es el día cuando nuestra tradición nos pide que nos detengamos y contemplemos nuestra relación con D'os y nuestra disponibilidad a tomar los primeros pasos en el cuidado de la tierra que D'ós nos ha dado. Es decir, somos nosotros que tenemos que poner en marcha el proceso de curar la Tierra. No podemos esperar hasta que D'ós nos lo haga.
Quizás podamos comprender este punto de vista mejor por diferenciar entre las palabras <<naturaleza>> y su equivalente en hebreo <<tevá>>. Se deriva la palabra naturaleza del concepto latín. Es una ausencia y nos representa lo que no ha estado tocado. En cambio, la palabra hebrea, tevá, se deriva del concepto estampar algo. De la misma raíz verbal derivamos la palabra "matbea" (moneda) porque las monedas antiguas tuvieron la cara del rey estampada en ellas. Las dos representa la presencia real de D'os, representan Su majestuosidad.
Tu b'Shvat nos pide que contemplemos los riesgos de hacer caso omiso de la majestuosidad Divina expresada en la naturaleza. ¿Cuáles son los riesgos que estamos disponibles a tomar para asegurar que usemos el regalo del ambiente con cuidado? ¿Gastaremos (usaremos) este regalo con sabiduría o irreflexivamente?
La parashá para esta semana nos recuerda que los milagros nunca forman una base legitima de la fe. Por ejemplo en el éxodo no nos importa tanto que se dividieron las aguas sino que estuvimos dispuestos a confiar en D'ós y por eso entramos en el agua. Nos enseña que D'ós está con nosotros cuando estamos dispuestos a realizar nuestros planos y a tomar responsabilidad por llevarlos a cabo. El milagro es cuando aceptamos la necesidad de responsabilizarnos por nuestras acciones.
Visto de esta perspectiva, aunque Tu b'Shvat, en el calendario litúrgico, está clasificada como una fiesta "menor," su mensaje no es nada trivial. De hecho, su mensaje se hace más importante al lo largo de los años.
Dr. Peter Tarlow