HAMAS Y SU “SILENCIOSA” GUERRA CONTRA ISRAEL

Lic. Patricio A. Brodsky

30/12/2008

http://www.patriciobrodsky.com.ar

Hace ya más de tres años, a mediados de agosto de 2005, Israel se retiró unilateralmente de la Franja de Gaza en un episodio que se llamó “ La Desconexión ”, de inmediato aquel territorio se transformó en “tierra de nadie”.

Inaugurando la violencia y la anarquía estuvo un episodio que ocurrió raudamente luego del repliegue israelí; el incidente de marras, indicador del profundo odio judeófobo constitutivo de la identidad palestina actual, fue la profanación de los edificios donde funcionaron las sinagogas.

La Franja de Gaza se volvió una tierra asolada por bandas tribales armadas y en pugna entre ellas, incontables fueron los palestinos asesinados por sus hermanos mientras el mundo guardaba un ignominioso silencio (¡claro, los asesinos no eran judíos!). El momento culminante de esta “orgia” de sangre se produjo cuando, a mediados de junio de 2007 la organización terrorista Hamas dio un golpe de estado contra el Presidente Mahmud Abbas tomando el poder en este territorio.

A pesar de la desconexión israelí de la Franja de Gaza, o mejor dicho debido a ella, este territorio palestino se tornó en una inmensa plataforma de lanzamiento de cohetes Khassam y de granadas de mortero hacia territorio israelí.

Las estadísticas indican que desde el momento que Israel dejó Gaza los ataques desde ese territorio sobre territorio soberano del primero se multiplicaron, en el gráfico que sigue ilustraremos este punto dividiendo el período en tres; a saber: A) desde la caída del primer misil Khassam sobre Israel (16/4/2001) hasta la desconexión (julio de 2005); B) desde la desconexión (agosto de 2005) hasta el golpe de estado de Hamas en Gaza (mediados de junio de 2007); y C) desde el golpe de estado de Hamas (mediados de junio de 2007) hasta el 30/11/2008, los resultados son los que siguen[1]:

Estas cifras muestran con claridad cómo la retirada israelí de Gaza dejó abierta la posibilidad de que los terroristas palestinos extiendan su guerra hacia Israel, los datos indican que mientras Israel ocupaba Gaza sólo caía sobre su territorio un misil Khassam cada tres días (0,37 por día), en el período posterior a la retirada los lanzamientos se multiplicaron por 5,87 (aumentaron de 0,37 a 2,17 por día), luego del golpe de estado integrista las cosas empeoraron ya que de 2,17 se pasó a 3,05 misiles por día) un incremento de 1,41.

En un gráfico de barras esto se ve muy claramente, nótese el incremento de los lanzamientos entre los tres períodos:

Ilustración 1. Cantidad de Misiles Khassam lanzados contra Israel desde Gaza

Cuando hacemos la comparación relativa vemos que la diferencia es mayor dado que mientras más misiles se lanzan el período es más breve:

Ilustración 2. Promedio diario de misiles Khassam lanzados desde Gaza contra Israel

Desde la desconexión israelí de Gaza se lanzaron contra Israel desde la Franja de Gaza un total de 3578[2] misiles (desde el 1/8/2005 al 15/12/2008), esto significa que desde el retiro de Gaza, 41 meses atrás, los ciudadanos de Israel han sido atacados a un ritmo de 87,27 misiles khassam por mes, esto representa un promedio de 2,91 por día (casi tres misiles por día), esto es una guerra de desgaste que pasa casi desapercibida por los diarios del mundo pues no tiene la espectacularidad de un bombardeo israelí, pero también muere gente, de hecho durante este período, en distintos atentados terroristas (incluyendo los disparos de Khassamim) murieron un total de 56 israelíes y resultaron heridos otros 942.[3] Esto significa que en el lapso de los casi 29 meses transcurridos entre el retiro unilateral de Israel de la Franja de Gaza y el 15 de diciembre de 2008 cerca de 2 israelíes por mes fueron asesinados y otros 34 fueron heridos por terroristas palestinos. Sin olvidarnos de la detención-desaparición del soldado Gilad Shalid –provocación por la cual estalló el anterior conflicto en julio de 2006.

Mientras los criminales de Hamas y sus secuaces de otras bandas terroristas palestinas se dedican a hacer “tiro al pato” lanzando misiles contra guarderías y hospitales, los líderes israelíes hacían llamamientos a sus colegas palestinos rogándoles detener el asedio contra los civiles israelíes antes que sea tarde (llamamientos que, como ya es costumbre, fueron ignorados). La opinión pública internacional, la misma que hoy se rasga las vestiduras y llora lágrimas de cocodrilo guardaba un significativo silencio. “Comunicadores sociales”, “líderes de opinión” y toda una cohorte de neófitos disfrazados de eruditos, portadores de un “humanismo selectivo” (pariente cercano del “relativismo cultural”) y trogloditas miembros del “progresismo reaccionario” del movimiento antiglobalización (o tal vez deberíamos decir proglobalización integrista -o acaso no brindaron sobre los muertos del World Trade Center- o proglobalización “clasista”, si, esa de la “Revolución Permanente” de Baader-Meinhoff, de las Brigadas Rojas y de Carlos “El Chacal”[4]) hoy vuelven a ocupar nuestras calles en una colorida comparsa –preanunciando carnaval- en la que se entremezclan los fascistas de Quebracho, burócratas a sueldo, portavoces oficiosos del gobierno, neonazis “antisionistas”, banalistas de la Shoah (sí, esos que hablan del “genocidio” palestino, que dicen que “lo que Israel le hace a los palestinos es peor que lo que los nazis le hicieron a los judíos”, los que tildan a Israel de Nazi, aquellos que dicen que Ramallah es Auschwitz o que la valla antiterrorista es el muro del Ghetto de Varsovia), todos bajo el amparo de las banderas de Hamas, Hizballah, Palestina e Irán cabriolean su necrofílica danza judeofóbica (baile que los judíos conocemos muy bien pues ya la hemos visto muchas veces a lo largo de nuestra historia desde Amalek hasta Ahmadinejad). Nuevamente vemos a canallas de toda laya, hasta ayer enemigos entre sí, pero hoy unidos bajo el antisemitismo travestido de antisionismo. Nuevamente el lumpen antijudío ha ganado las calles.

No deja de sorprendernos su hipocresía, su cómplice silencio mientras Hamas violaba impunemente la tregua acordada entre ellos e Israel; tregua que se mantuvo entre el 19/6 y el 15/12, durante esos 179 días, los terroristas palestinos lanzaron 215 misiles Khassam sobre territorio soberano de Israel [a razón de 1,2 misiles por día], esta agresión se intensificó el último mes y medio, hasta que, finalmente, lograron la reacción de Israel para colocarse, nuevamente, ante los ojos del mundo no como lo que son (los agresores y provocadores), sino como lo que el judeófobo quiere ver en ellos las “víctimas” del “terrorismo de estado” israelí. En los 41 días transcurridos entre el 4/11 y el 15/12 de este año cayeron sobre Israel el 60,41% de los misiles lanzados durante el período de tregua: 130 Khassam en poco más de un mes, esto equivale a 3,17 Khassam por día lo que representa el triple de la media del período de tregua.

Pero no es la primera vez que los palestinos faltan a sus compromisos y asesinan israelíes mientras rige una tregua entre ellos, ya en el período abarcado entre el 13/9/1993 (día de la firma de la Declaración de Principios entre Israel y la OLP ) hasta septiembre de 2000 (momento en el cual “estalló” la Segunda Intifada ) 269 israelíes fueron asesinados en actos terroristas[5]. Con posterioridad a dicho estallido, entre septiembre de 2000 y diciembre de 2007 Israel sufrió un total de 140 ataques de bombarderos “suicidas” quienes asesinaron a 542 israelíes.[6]

Mientras los palestinos DELIVERADAMENTE atacan objetivos civiles[7], los “progresistas” acusan a Israel de hacer esto en sus acciones defensivas, en realidad los civiles palestinos muertos son responsabilidad EXCLUSIVA de quienes se esconden entre ellos[8] para atacar arteramente a los civiles de Israel, de hecho, según las propias Convenciones de Ginebra que regulan la legislación acerca de los crímenes de guerra, las acciones de Israel no son crímenes de guerra sino que son las propias organizaciones terroristas las que transforman a los civiles en blancos militares:

“Aunque Hamas no hace ningún esfuerzo por obedecer las leyes internacionales, Israel se compromete a limitarse a una respuesta legal. Esto significa que, mientras Hamas usa a los civiles de ambos lados como escudo y como blanco, Israel busca limitar el daño a los civiles en ambos lados. 

La ley internacional reconoce que pueden ocurrir muertes y lesiones de civiles durante operaciones militares legales. Para que una operación sea legal debe ser dirigida hacia un "objetivo militar legítimo" y debe ser "proporcionado". 

Bajo las Convenciones de Ginebra, así como la ley internacional usual, si un objetivo militar, como un lanzador de proyectiles o un almacén de armas, es colocado en el corazón de un área civil, no deja de ser un objetivo militar legal. La responsabilidad primaria por las bajas civiles que son provocadas por usarlas de 'escudo' recae sobre la parte que deliberadamente puso a los civiles en riesgo. 

La ley internacional también requiere que cualquier operación militar es 'proporcionada' en el sentido que el daño colateral esperado sobre los civiles y los objetos de los civiles no debe ser excesivo respecto a la ventaja militar anticipada. Éste es un complejo y difícil cálculo y la ley internacional confía en la mejor determinación del comandante en el campo en el calor del conflicto para sopesar todas las consideraciones relevantes, incluso la seguridad de sus propias fuerzas.”[9]

Luego del anuncio de la ruptura del cese al fuego por parte de Hamas y del inicio de sus bombardeos con cohetes y granadas de morteros, y aún antes de lanzar su operación de bombardeos sobre Gaza, Israel se dirigió en dos oportunidades al Consejo de Seguridad de la ONU   (22 y 24 de diciembre de 2008) pero no obtuvo respuesta.

Luego se atreven a hablar de la “agresión” israelí sobre Gaza.

Cada vez que Israel ejerce su derecho a legítima defensa ya estamos acostumbrados a ver los medios de comunicación invadidos por un verdadero ejército de “expertos”, de “periodistas” “especializados” que en lugar de informar los acontecimientos lo más objetivamente posible, se la pasan opinando, en general mostrando una ignorancia supina, sesgando los hechos y dejando de lado acontecimientos centrales a la hora de interpretar los hechos, adjetivando en forma maniquea y colocándose en jueces de la moral absoluta.

Seguramente que hoy que Israel ha anunciado una guerra total y sin cuartel contra Hamas, que Israel negó una tregua a los criminales que provocaron su natural e “injustificada” reacción (todavía hay quienes tienen el coraje de llamar “agresión injustificada” a la acción de autodefensa de Israel), abrirán sus bocas para expresar su solidaridad incondicional con las “víctimas” (criminales como el lisiado Jeque Yassin (el abuelito nazi en silla de ruedas) o el Dr. Rantisi (el pediatra especializado en asesinar niños israelíes), descarados asesinos de israelíes; miembros de una organización “social” de “caridad” como “Cáritas” (organización de beneficencia católica) –Atilio Borón dixit sobre Hizballah-, organización que llama a matar judíos en todo el mundo y que justifican su judeofobia citando en sus estatutos a los apócrifos “Protocolos de los Sabios de Sión”, asesinos que no vacilan en matar a sus propios hermanos durante un cruento golpe de estado para hacerse con el poder en Gaza) y, por supuesto condenarán enérgicamente a los “mayores” “genocidas” de la historia humana (Israel y los judíos) y no cabe duda que lo harán con tanta convicción como la que emplearon antes para ocultar la “silenciosa” (o mejor dicho silenciada por los medios) guerra que Hamas viene llevando adelante, unilateralmente hasta hoy, contra Israel.

Ó Patricio A. Brodsky