Que vengan a buscar

Que vengan a buscar
... que vengan a buscar, mi pluma, mis venas, mi boca, las ideas preclaras para desarrollar la verdad, o casi la verdad.
Que se vuelen todas las gaviotas, mas allá de lo que yo pueda escuchar o ver... yo las voy a ir a buscar... y las voy a encontrar, y va a ser fantástico, por que por ahí, no van a ser las mismas que vi y gocé, pero yo tampoco voy a ser el mismo y eso va a significar lo que fue con lo que va a ser, por que este encuentro me enriqueció por que lo logre con mi esfuerzo y esperanza.
Cuantos infiernos, cuantos desiertos y valles de lagrimas caminaría yo, para ir a buscarte, como a mis gaviotas... y encontrarte al fin.
Como el encuentro de la tierra con Neptuno, Dios del agua, el que la seduce y es acompañada por flores y plantas y vida y todo lo que nace al dejarse empapar por el agua que la invade, la penetra, la florece la nutre, la transforma, la hace feliz, la apabulla de placer, la riega... le pregunta... ella asiente... la invoca, la proclama, la atesora, la hace fértil, la venera, la hace suya, la respeta, le da mas valor, la idolatra, la exita, la calma, la piensa y la contiene... en fin... la ama.
Quien pudiera ayudarme a que repitas aquélla mirada tuya con la que me robaste mi paz por siempre y me hiciste entender, sin hablar, que hay caricias que se hacen, aún sin tocarse, y que son el consuelo de muchas almas que andan rogando Amor del bueno y van huérfanas de dicha, que si encontraran lo que han buscado toda la vida, seguramente morirían de dicha y emoción... pero morir así... valdría la pena.
Esta noche voy a dejar abiertas las puertas y ventanas de mi casa y de mi alma para esperar el momento en que una musa me influya... y si estoy dormido, tóquenme así que tal vez sea mejor, por que al tener los ojos cerrados, no voy a dejar ir lo que uno atesora para compartir... y tal vez en ese sueño este con vos y mi felicidad va a ser inmensamente tuya...
autor: Reverencio Amor
Mendoza - Argentina