Parashat ha'Shavúa , - 14 Tishre 5767
"Shabbat Shalom v'Jag Sameaj" MeHa'Hillel sheKayam lifne sheHayu Batei HIllel
Shabat Shalom y Feliz Fiesta de Sukot" de la pimera casa de Hillel de los EE.UU.
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Este viernes por la noche, empezamos la tercera de las cuatro fiestas religiosas del mes sagrado de Tishre. La primera, Rosh Ha'Shaná, da énfasis a las relaciones que tenemos con nuestros prójimos. La segunda, Yom Kippur, da énfasis a nuestra relación con D'os. Ahora nos dirigimos a la tecera, Sukkot, que nos recuerda de la importancia de nuestra relación con nosotros mismos. Esta es una fiesta de acción de gracias. En la antigüedad representaba el fin de la cosecha. También nos recordaba de los viajes errantes que hicimos en el desierto, y así el estado nómada de la vida. En los EE.UU. se compara con bastante frecuencia Sukkot con la fiesta norteamericana de "Día de Acción de Gracias. (Thanksgving)" La fiesta norteamericana representaba los esfuerzos de los perigrinos a transformar la fiesta bíblica en una fiesta norteamericana.
Esta fiesta de coseha nos enseña que la vida es como una sucá (ramada/cabañna), transtoria y efímera. Nos enseña que cada día de la vida es un regalo, y que, como judíos, es nuestra tarea de santificar la vida y verla como una celebración de la chispa divina en cada uno. Sukkot nos enseña a cosechar la bondad de la vida y no perder ningún momento precioso de ella. Celebrar la vida significa buscar las alegrías de la vida y no entregarse a sus dificultades. También nos enseña a apreciar el regalo de amistad, recordándonos que aunque hay los que nos abusan también hay los que nos quieren.
Sukkot entonces nos enseña que hasta los tiempos más angustiados pasan. La fiesta nos hace preguntarnos si damos por sentado las bondades de la vida. ¿Quejamos demasiado y olividamos las bendiciones de las cuales disfrutamos? Esta fiesta entonces nos pide que vivamos con un sentido de "pasmo radical." ¿Cuántos de nosotros sufrimos de tanto estrés de las pequeñas cosas de la vida que olvidamos las bendiciones divinas que recibimos diariamente? Aprender a apreciar cada día de vida no es nada fácil, pero no hay ningún desafío más importante e impactante. ¿Que piensan Uds?
Rabbi Peter Tarlow