BALANCE - UN CUENTO DE POLDY BIRD
BALANCE , un cuento de POLDY BIRD
Encontré esta carta. No tiene remitente, ni firma.
Está dirigida a una mujer, pero no dice su nombre.
Está dirigida a una mujer, pero no dice su nombre.
Yo la transcribo, tal vez la destinataria seas tu...
"Vamos a hacer un balance.
Vamos a hacerlo tu y yo, porque los dos estamos juntos, y aunque hoy es un día gris y los días grises nos ponen tristes, debemos llegar a la verdad a través de las cosas que tenemos a nuestro alrededor y dentro de la piel.
Yo soy un hombre. Todavía.
"Vamos a hacer un balance.
Vamos a hacerlo tu y yo, porque los dos estamos juntos, y aunque hoy es un día gris y los días grises nos ponen tristes, debemos llegar a la verdad a través de las cosas que tenemos a nuestro alrededor y dentro de la piel.
Yo soy un hombre. Todavía.
¿Por qué me mirás así, como si te asombraras de que te digo que soy un hombre?
Necesito decirlo. Decírtelo. Que lo sepas.
Que quede dicho fuerte y que la palabra rebote en las paredes y se caiga encima de tu cuerpo como le cae mi amor encima por las noches.
Soy un hombre y te quiero.
Te digo pocas veces que te quiero, lo sé.
Soy un hombre y te quiero.
Te digo pocas veces que te quiero, lo sé.
Tu quisieras que yo te lo dijera a cada rato, como cuando éramos casi dos chiquillos y el hijo no nos había hecho crecer de golpe cien años en un día en su primer llanto.
Te digo pocas veces que te quiero, lo sé.
Te digo pocas veces que te quiero, lo sé.
Pero lo pienso.
Lo pienso y todavía me estremezco cada vez que lo pienso.
Lo pienso cuando te veo trajinar por la casa, limpiándote las manos en el delantal, corriendo atrás del nene, que no quiere tomar el jarabe para la tos, echándote hacia atrás el pelo rubio, con mis medias de lana azul y tus mocasines marrones.
Te amo.
Lo siento cuando te ayudo a secar los platos de la cena y me hablás de la cuenta de la luz y de que este mes no vas a poder ir a la peluquería para hacerte el corte escalonado, o como se llame, y yo te digo que a mí me gusta tu pelo largo para enredarlo entre mis dedos.
No tenemos todo lo que soñábamos tener para este momento: todavía
Lo siento cuando te ayudo a secar los platos de la cena y me hablás de la cuenta de la luz y de que este mes no vas a poder ir a la peluquería para hacerte el corte escalonado, o como se llame, y yo te digo que a mí me gusta tu pelo largo para enredarlo entre mis dedos.
No tenemos todo lo que soñábamos tener para este momento: todavía
estamos pagando las cuotas del televisor y el lavarropas, todavía tenemos
que comprarle la cama al chico, que queda demasiado largo en la cuna,
todavía tenemos que hacerle poner marco a las reproducciones de obras
famosas que elegimos los dos con tanta alegría en la casa de cuadros.
Ya se está descascarando la pared del living, la que da a la medianera, por donde se cuela un poco de humedad y yo no tengo tiempo para repintarla porque los domingos estoy cansado y porque los domingos vamos a la plaza, a la calesita, a la casa de tu madre o de la mía, y se nos pasan las horas volando.
Nos faltan muchas cosas materiales, lo sé. Hablamos de eso.
De lo que no hablamos nunca es de las otras cosas que tu crees que nos faltan y que yo creo que tenemos.
Ya se está descascarando la pared del living, la que da a la medianera, por donde se cuela un poco de humedad y yo no tengo tiempo para repintarla porque los domingos estoy cansado y porque los domingos vamos a la plaza, a la calesita, a la casa de tu madre o de la mía, y se nos pasan las horas volando.
Nos faltan muchas cosas materiales, lo sé. Hablamos de eso.
De lo que no hablamos nunca es de las otras cosas que tu crees que nos faltan y que yo creo que tenemos.
De lo que no hablamos nunca es de que yo te veo más linda que antes, de que te quiero mucho más que el primer día que entramos en este departamento y se te quemaron las milanesas.
De lo que no hablamos nunca es de que tu quieres que yo te mande flores los 6 de junio cuando se cumple un nuevo aniversario del día en que nos conocimos... y yo me olvido de hacerlo porque casi nunca sé el número de día en que vivo.
De lo que no hablamos nunca es de ti y de mí.
De lo que tenemos los dos adentro.
De lo que ya nadie va a poder quitarnos. nunca: esta confianza maravillosa, esta fé, esta ternura que tan poco manifestamos pero que está, yo sé que está y tu sabés que está.
Porque aunque mis manos no entrelacen las tuyas cuando nos sentamos a mirar televisión y aunque tus manos no acaricien mi frente fatigada por la dura jornada de trabajo ... todo lo que yo hago en la vida lo hago por ti ...
De lo que no hablamos nunca es de que tu quieres que yo te mande flores los 6 de junio cuando se cumple un nuevo aniversario del día en que nos conocimos... y yo me olvido de hacerlo porque casi nunca sé el número de día en que vivo.
De lo que no hablamos nunca es de ti y de mí.
De lo que tenemos los dos adentro.
De lo que ya nadie va a poder quitarnos. nunca: esta confianza maravillosa, esta fé, esta ternura que tan poco manifestamos pero que está, yo sé que está y tu sabés que está.
Porque aunque mis manos no entrelacen las tuyas cuando nos sentamos a mirar televisión y aunque tus manos no acaricien mi frente fatigada por la dura jornada de trabajo ... todo lo que yo hago en la vida lo hago por ti ...
y todo lo que tu hacés lo hacés por mí: desde el flan hasta regar las macetas del balcón. Desde planchar mis camisas con apresto en el cuello y los puños, hasta regañarme porque llego tarde.
Te soy fiel.
Fiel por completo.
También eso es decir amor sin pronunciar la palabra.
Cuando termino mi tarea, corro a casa ..., no me voy al café con los amigos ni me detengo en las vidrieras de las ferreterías o las casas de hobbies.
Eso es decir amor sin pronunciar la palabra.
También yo hubiera querido poder tener más tiempo libre, poder tener resuelto nuestro problema económico.
Te soy fiel.
Fiel por completo.
También eso es decir amor sin pronunciar la palabra.
Cuando termino mi tarea, corro a casa ..., no me voy al café con los amigos ni me detengo en las vidrieras de las ferreterías o las casas de hobbies.
Eso es decir amor sin pronunciar la palabra.
También yo hubiera querido poder tener más tiempo libre, poder tener resuelto nuestro problema económico.
A mí también me gusta bailar, y reir y divertirme. No solo tu se queda en casa los sábados en que mis bolsillos están vacíos.
Somos los dos.
Yo tambien quisiera cosas: comprarme un sobretodo más moderno que el que tengo, tirar al diablo estos zapatos que me aburro de usar desde hace un año y medio.
Pero mirá, hacé un recuento, estamos tu y yo, está el hijo, los tres estamos sanos, los tres estamos juntos, poco a poco (quizás muy lentamente) vamos hacia adelante...
Pero mirá, hacé un recuento, estamos tu y yo, está el hijo, los tres estamos sanos, los tres estamos juntos, poco a poco (quizás muy lentamente) vamos hacia adelante...
Entonces .... ¿por qué cuando yo llego, muchas veces, tienes los ojos rojos de haber llorado y cerrás fuerte la puerta y le gritas al chico...?
Pero ... yo sé que es a mí a quien le estás gritando, a quien estás golpeando con los portazos...
¿Entonces por qué, si Dios no ha dejado un segundo de mirarnos, te creés desdichada, casi una víctima, prisionera, martirizada por lo que debiera ser risa, unión, lucha en común?
¿Entonces por qué, si Dios no ha dejado un segundo de mirarnos, te creés desdichada, casi una víctima, prisionera, martirizada por lo que debiera ser risa, unión, lucha en común?
¿Y si yo te hablara del plantón en la cola del ómnibus y de la cara de vinagre del jefe, y del dolor de cabeza que me dió el inventario del negocio y del nudo que se me hace en la garganta cuando veo que las cosas no me salen como quiero y hay que seguir esperando un poco más para el ascenso, para el aumento, para qué sé yo cuantos sueños e inquietudes?
¿Y si tu me vieras llegar a mí con los ojos rojos de haber llorado; si intuyeras que me sintiera desdichado, atado, esclavizado, sin una ventanita de luz para escabullirme?
¿Y si tu me vieras llegar a mí con los ojos rojos de haber llorado; si intuyeras que me sintiera desdichado, atado, esclavizado, sin una ventanita de luz para escabullirme?
¿No pensarías que soy injusto, que te tengo a ti, que tengo al nene, que los meses pasan pronto y ya vendrá el tiempo que esperamos los dos con ansiedad, el tiempo de recoger lo sembrado?
Soy un hombre. Soy sólo un hombre. Y te quiero ...
No, no me pidas perdón, no, no llores, por favor. Por favor, no llores."
Soy un hombre. Soy sólo un hombre. Y te quiero ...
No, no me pidas perdón, no, no llores, por favor. Por favor, no llores."
POLDY BIRD
Comentarios
Graciela Bruni Escribió :
REALMENTE MARAVILLOSO, SI BIEN HE SIDO SEGUIDORA DE POLDY. PERO NO HABIA LEIDO ESTO.M A R A V I L L O S O ! Y NO SABEN CUAN HONDO ME LLEGO. LOS FELICITO
Escrito en: Octubre 7, 2006 11:46 PM