7 de marzo 2006, ángel

Hay alguien con quien cada uno aquí, y cada uno que se conecte con esto, caminó junto de alguna manera en el pasado. Éste dio comienzo a una familia de energía que continúa hasta este día. Y continúa en el más grande de los amores. El que llamamos Yoshua Ben Joseph ha venido aquí para honrarte por tu viaje y a sonreír contigo. Si, su energía ha estado aquí todo el tiempo. Ha estado parado a tu lado. Ha venido aquí un poco antes de este tiempo de resurrección y renovación y de su Pascua para pedirte que permanezcas en júbilo. ¡Él te pide que comprendas que esa imagen de la cruz y de la muerte no es realmente tan buena! Fue una experiencia confrontadora, y llena de júbilo. Fue para enseñarle a la humanidad el amor y la gracia y la renovación que es posible dentro de cada uno. Mientras Yoshua estaba en la cruz, su espíritu bajó de ella y caminó entre los que estaban allí parados. Y su espíritu se extendió sobre la Tierra, y hubo muchos, muchos, muchos que pensaron haberlo visto a su lado en ese particular momento de ese particular tiempo. Muchos de ustedes estuvieron cerca. Muchos estaban en otras tierras y sintieron a ése que lleva la energía del Cristo caminando a su lado. ¿Cómo podía estar en dos lugares al mismo tiempo?, se preguntaron. ¿Cómo podía estar arriba en la colina ese día de la tormenta y caminar a tu lado? Él vino a demostrarte que la vida se renueva, y que tú te renuevas. Ha venido en este día para decirte que te has renovado nuevamente. Has rejuvenecido, y no en la vieja mente humana ni en el viejo cuerpo y energía humanos, y que te has transformado como él lo hizo hace 2000 años. El amor se vierte desde él y desde nosotros para ti que continúas la vibración de Shaumbra que comenzó hace 2000 años. Y así es.