1º de marzo 2006, ángel

La energía que viene de ti, de tu divino ser, de tu nueva casa, es completa y llena en sí misma. No hay razón para anexarle una intención, o una dirección, o cualquier otra cosa. Emana de ti en total pureza. Emana de ti en suficiencia y en amor. Acepta que proviene de ti de la manera más perfecta. Viene de ti en un estado de perfección. Ahora, una cosa interesante sucede aquí. Cuando lanzas una piedra dentro del agua las ondas van hacia afuera y, eventualmente, se debilitan. Eventualmente mueren. Es diferente cuando envías las ondas que son creadas con un trazo grueso y les añades tu amor puro y tu pasión. Cuando las ondas van hacia afuera, y afectan todas las cosas a tu alrededor, ocurre también el reflujo de las ondas que regresan a ti. La energía regresará de la mejor manera posible. Siempre que las ondas de vibración de amor estén saliendo de ti, serán acompañadas por lo que llamamos los "mensajeros". Los mensajeros garantizan que esas ondas encuentren el lugar apropiado. Los mensajeros son los que van en el medio, los facilitadores. Cuando las ondas se reflejan y regresan a ti, con el acompañamiento de los mensajeros, ellas traen de vuelta todas las cosas que tú necesitas, todas las cosas que corresponden a ese momento y todas las cosas que son apropiadas. ¡Luego escucharás un golpetazo en tu puerta como nunca antes has escuchado! Querido amigo, baila con lo que llegue a tu puerta.