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El bebe de Ronit - Historia real

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Hospital Hadassah Ein Kerem Jerusalem

Debido al espiritu de alegria, esperanza, reflexion que nos traen estas fechas, quiero acompaniarles una historia real, y que celebremos juntos el divino milagro de la Vida.

EL BEBE DE RONIT
Una historia en el Hadassah


Por más de dos años, desde que los médicos de Hadassah le salvaron su vida, Ronit Tubol hizo exactamente lo que le decían. Ronit se sometió a numerosas cirugías, tomaba concientemente sus medicinas, asistía puntualmente a sus consultas médicas y cooperaba enérgicamente con la fisioterapeuta.

Pero un día en forma deliberada y determinada, le dio la espalda a los consejos médicos. Se embarazó.

Ayer, casi tres años después desde el día en el que subió al camión junto al terrorista suicida, Ronit dio a luz a un bebe varón en Hadassah.

“ ¡Todos nosotros estábamos felices y sonrientes como si fuéramos abuelos orgullosos!? nos decía Osnat Moskowitz, la jefa de reconocimiento a los donantes de Hadassah.

Esa mañana de junio del 2002 cuando estuvo al borde de la muerte, la Superintendente de policía Ronit Tubal amamantó a su hija de 9 meses, la dejó en su centro maternal y tomó el camión para dirigirse a su trabajo. Pero nunca llegó a destino. Cuando el camión se acercó a la parada del cruce de Patt, en el sur de Jersualem, un terrorista abordo hizo explotar su carga. Diecinueve personas, diez de los cuales eran niños que iban a la escuela, murieron inmediatamente. Otros 52 resultaron heridos: Muchos de ellos fueron llevados al Hospital Universitario Hadassah de Ein Kerem.

Mientras los equipos de emergencia de Hadassah se preparaban para ponerse en acción, la policía y el ejército llegaron al destruido y quemado camión. Entre ellos estaba el esposo de Ronit, Shlomo, que al igual que su esposa es un miembro de la policía israelí.

Con la experiencia acumulada en este tipo de atentados, comenzó a revisar los restos calcinados del camión.

“Cuando encontré la bolsa de Ronit entre los escombros, el mundo se paró para mi? dice La búsqueda de su mujer culminó en Hadassah. Cuando llegó al hospital, Ronit ya estaba en cirugía, en el que sería el primero de múltiples procedimientos realizados para removerle docenas de fragmentos metálicos de su cabeza y cuerpo.

“Había dos Ronit que faltaban del camión explotado ese día, ambas sin identificar en la primera etapa y llevadas a Hadassah? nos dice Shlomo. “Afortunadamente ambas sobrevivieron?.

Al reunirse con Shlomo en la unidad de Cuidados intensivos después de la operación, la principal preocupación de Ronit era alimentar a su beba? Ellos interrumpieron mi leche? dijo en un susurro.

Lenta pero constantemente Ronit se fue recobrando. Fue trasladada de la unidad de cuidados intensivos a neurología, donde los neurocirujanos le removieron fragmentos metálicos y tornillos que estaban alojados en su cráneo. “Los médicos retiraron muchos, pero no todos? dice Ronit, “Aún hago sonar los detectores de metales y los controles de seguridad cuando paso por ellos?.

Los médicos le advirtieron a Ronit que no quedara embarazada dado que debía tomar anticoagulantes de por vida por los restos de los fragmentos metálicos en su cuerpo, y por sus vasos sanguíneos y órganos traumatizados por sus heridas.

Esta advertencia de todas formas cayó en oídos sordos.

“Yo no soy irresponsable? dice ella. “Por suerte recibí todo el apoyo médico que pude de la gente que me cuidó en Hadassah, tanto de los hematólogos, los neurólogos, etc., como de sus ginecólogos. Pero yo quería tener otro bebe. Un niño del cual no me separaría drásticamente después de solo unos meses, un niño que pudiera amamantar por todo el tiempo que quisiera, y estaba determinada a tenerlo.?

El embarazo de Ronit era de alto riesgo desde el comienzo. Era constantemente monitoreada para asegurar que los fragmentos metálicos en su cuerpo no migraran, y que su cuerpo pudiese manejar y adecuarse a los cambios fisiológicos propios de un embarazo. Ayer, en la semana 34 de su embarazo, comenzó el trabajo de parto. Por medio de una cesárea, la medicación de la sangre fue rápidamente ajustada, y Ronit volvió a ingresar al quirófano.

Esta vez, sin embargo, Ronit no salió con piezas retorcidas de metal sino con su pequeño hijo.

Dado que nació siete semanas antes de tiempo, no esta lo suficientemente maduro para poder mamar, pero Ronit lo esta esperando. “Estoy juntando leche hasta que este listo? dice, con una enorme sonrisa. “Shlomo y yo sabíamos el riesgo que tomábamos al tener este bebe. Estamos muy agradecidos de que las cosas salieron como lo hicieron?.

Este tipo de milagros ocurre con frecuencia en nuestros hospitales en Jerusalem.

El instinto de vida se sobrepone al impulso de muerte; expertos médicos y enfermeras hacen todo lo posible para salvar vidas, ya sea de víctimas de un ataque terrorista, accidentados, o personas que sufren enfermedades.

Para poder cumplir con este sagrado fin, el cuidado de la vida y Pikuaj nefesh, en Hadassah invertimos importantes recursos en investigación, educación, infraestructura y atención.

Es hoy, gracias a la calidad profesional y al esfuerzo de su personal, y a la generosidad de sus amigos y donantes, uno de los principales centros médicos a nivel internacional.

Ayúdanos a seguir permitiendo que muchas Ronit puedan sobreponerse de sus enfermedades y puedan cumplir con sus sueños.

Fuente: Hospital Hadassah
Jerusalem - Israel
13/12/2005

Susana A. Siguelboim R.
ICQ N° 86953461
Jerusalem Israel
"el pasado es polvo, el futuro es viento,
si amas perdona, si no amas olvida...
pues el amor nunca muere,
solo cambia de lugar..."
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