Shavúa Tov MeHa'Hillel sheKayam Lifne sheHayu Batei Hillel.

Una Buena Semana desde la primera casa de Hillel de los EE.UU.
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La sección semanal para esta semana se llama <>. La pueden encontrar en el libro de Génesis 28:10-32:3. El tema principal de la parashá es la primera parte de la vida del tercer patriarca, Jacobo, y nos lleva desde su huída de la cuidad de Be'er Sheva hasta su vida en el exilio.

En ésta aprendemos mucho de la vida de Jacobo, su primer encuentro con D'os, cómo se enamoró de Raquel, la trampa en la cual cayo con su matrimonio con Lea, su huída de Harán y su regreso a la tierra de Israel. Es posible decir que Jacobo sea el personaje más conflictivo e inquieto de la Biblia. Como un joven era insolente, arogrante, y difícil, Por fin llegó a ser sabio y pensativo. Esta parashá nos relata la historia de sus luchas y de ellas aprendemos cómo dejó de ser "Jacobo" y llegó a ser Israe. Es, entonces, Jacobo que nos enseña que vivir es continualmente cambiar y crecer.

Para comprender la parashá de esta semana, debemos examinarla no por partes sino como un intero. Leyándola así aprendemos una serie de lecciones morales. Por ejemplo aprendemos que todos los personajes de esta parashá hacen planes cuidadosos que no salen en los resultados deseados o imaginados. En cada caso hay la necesidad de enfrentar las consecuencias no intencionadas ¿Nos enseña el texo que muchas veces la vida no es previsble? ¿Cuántas veces estamos convecidos que la vida siga cierto trayectoria y por fin va por otra? Es esta parashá que nos plantea la idea que el adulto debe adaptarse a los cambios no esperados de la vida, y aprender que nadie siempre logra sus objetos; que los fracasos son parte de la vida. Jacobo aprende en esta sección, como todos debemos aprender, que una medida de nuestra madureza no es como vivimos los éxitos de la vida sino como nos ambientamos a los fracasos y cambios no esperados.

Los personajes en la parashá para esta semana aprenden que muchas veces la vida nos da desilusiones en vez de exitos. Por eso nos enseña que no siempre podemos tomar la vida en serio, que debemos tranquilizarnos y apreciar lo que tenemos en vez de estresarnos por lo que nos falte o hayamos perdido. Jacobo solamente se hace en adulto cuando se da cuenta que es D'os y no él que está encargado de la vida. Al darse cuenta que él no controla el mundo, puede llegar a comprender que la vida es más que una carga de quehaceres y deafíos, es una oprtunidad de crecer, de madurarse y de mejorar el mundo. Entonces, cuando Jacobo se da cuenta de este punto clave podemos llamarlo como llamabamos a su abuelo,"ivri/hebreo" significando que que cruza el río (físico, de tiempo y de crecimiento personal) y aprendió a abraza su otra orilla, la de ser adulto.

Rabbi Peter Tarlow