Shavúa Tov vShaná Tová MeHa'Hillel sheKayam Lifne sheHayu Batei Hillel.

Una Buena Semana y un Feliz Año Nuevo desde la primera casa de Hillel de los EE.UU.
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Este lunes comenzamos nuestra celebración de Rosh Ha'Shaná y el nuevo año de 5766. La manera judía de celebrar el año nuevo es distinta de la de los otros pueblos. Rosh Ha'Shaná no es un momento para la gran alegría sino el comienzo de un viaje espiritual que dura diez días. Estos son los días de auto-examinación, de la intropección y de los pensamientos espirituales. Desde la perspectiva judía el cambio de la fecha tiene poca importancia, lo que importa es nuestro enfrentamiento con la calidad del alma y nuestra capacidad de cambiarnos.

Estos días son puntos en nuestro calendario religioso, son los momentos cuando el concepto del "tiempo" se encuentra con el del "lugar," donde "lo espiritual" se entremezcla con "lo material," cuando a la vez miramos hacia el pasado de ayer y el futuro de la mañana.

Rosh ha'Shana nos ofrece um ramo de mesajes espirituales. Uno de sus mensajes es que el ser humano es diferente de los otros animales porque D'os nos obliga a hacer un inventario de la vida espiritual. Rosh Ha'Shaná nos pregunta: ¿Qué hicimos/hacemos bien y qué hicimos/hacemos mal? ¿A quiénes herimos y cuando usamos la disculpa de estar heridio para manipular la vida de los otros? ¿Cómo ayudamos a nuestra comunidad y dónde salimos malparados? Estas son la preguntas difíciles que Rosh Ha'Shaná nos hace y nos exige que las contestemos honradamente no solamente frente a D'os sino frente a nosotros mismos.

No cabe duda que 5765 era un año de muchos desafíos. Hemos obervado la destrucción de, esperanzas, propiedades y vidas causada por los disastres hechos por los humanos y por la naturaleza. Hemos visto el lado negativo y positivo de nuestro ser, su lado amargo y dulce. No obstante, más que nada el judaismo es una religión de la esperanza y del optimismo. El cambio del año es otra oportunidad de inspeccionar el alma y renovar nuestros compromisos antes de D'os y a nuestro prójimo. Aún más importante es que tenemos otra oportunidad de renovar nuestro compromiso de hacernos en mtkanei-ha'olam, "arregladores del mundo." Trabajemos todos para hacer 5766 un año de bendiciones, bondades y de la paz.

Mi familia entera se junta conmigo en daros nuestros mejores votos para una "Shaná tová uMetuká/Un buen y dulce año"

"L'Shaná Tová Tikkatevu/que D'os os inscriba en el Libro de la Vida para 5766"

Rabbi Peter Tarlow