ME ENSEÑASTE EL LENGUAJE DE LOS �?NGELES

En incesante búsqueda vagando en los bosques de tú alma, atravesé lo impensable y llegué por fin a la puerta de tu infinito.

Con fe, perseverancia e inocencia llamé pronunciando tu sagrado nombre y la puerta de tu morada se rindió.

Dentro, en un altar bendito, estabas tu en completo reposo, esperándome.

Mis oídos estaban afinados para percibir tu voz que reinventa la vida
y fervorosamente, esperé que me hablaras.

Poco a poco, sin darme cuenta me invadió irremediablemente el hechizo de tu luz, y en susurros y murmullos de intuición me llevaste a descubrirte, y me enseñaste... el lenguaje de los �?ngeles.

Con el acento balbuceante de una comunión recién nacida, volqué en ti con inquietud mis preguntas milenarias:

¿Quién eres?

¿Por qué este tan grande Amor?

Los rayos de tu santuario formando letras de luz, me transmitieron tu genuina respuesta, que es el sosiego de mi alma:

"Es la hora de nosotros"

Ahora, en la paz de la cámara interior de mi corazón, estoy siempre contigo, y hablamos con mudas palabras que no conocen los oídos mortales.

¡Oh Señor de éste inefable misterio!

En sagrado silencio somos uno y conversamos hasta encontrarnos.

Te amo.

Paramahansa Yogananda