Despidete
Mi Carmen linda, que la vida es una gran aventura ninguna duda, que las experiencias van llenando las horas vacías del tiempo: ummmmmmmmmmmmmm no se, yo creo que las experiencias nos van acomodando las cosas, a través de ellas, todas esas piezas del gran rompecabezas que es nuestra vida se van acomodando hasta ir paulatinamente tomando su forma definitiva. Carmen de los ojos bellos, hay una palabrita maravillosa que se llama “aceptación?, ojo no “renuncia?, y que tiene que ver con el otro, con el que uno puede tener al frente o al lado, y que nos hace “verlo? tal cual “es? despojado de ropas y disfraces, completamente desnudo, pero para lo cual primero tendríamos que ser capaces de verlo y mas aun sin ponerle en sus hombros ninguna “mochila?, sin “idealizarlo? como bien dices tu, sino mas bien aceptarlo tal cual es con sus cosas buenas y con las malas también, ahora bien, hablo de aceptar lo que “vemos? lo cual no quiere decir tolerar lo que venga, si pudiéramos hacer una especie de evaluación entre lo bueno y lo malo daría (hablando estadísticamente) una “media? a la cual adheríamos o no, en otras palabras o lo aceptamos como amigo o no. Pero siempre teniendo en cuenta que nadie es perfecto y que uno es “todo? lo bueno y lo malo. El problema ocurre cuando solo “vemos? una parte, o todo bueno o todo malo. Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y si, cuesta dejar marchar al personaje que creamos y es real que nos produce mucho dolor y rabia. Yo como vos creo en la magia del día a día. También creo que somos parte de algo maravilloso, aprender desde el dolor es parte de la magia dices tu y de la vida te agrego yo. : ))) linda frase “Adiós Amadeo, nunca más ... mis gafas se apartaron?. De verdad que es terrible competir contra la imaginación, “no poder ser como alguien nos imagine? es terrible. Bueno pero siempre esta la posibilidad de soltar, de dejar ir, de desengancharnos de aquello que nos produce dolor, de despedirte como decís. Creo que es positivo tomar aquello que nos alimenta y dejar correr lo que no nos sirve y solo nos hace daño. Me quedo con tu frase “No sirve de nada pasar por la vida sin dejar huella, pero es importante mirar de que color es esa huella y en que lugar del alma dejamos la marca.?
Y te regalo algo mas de Graciela
Un abrazo enorme para ti y tu barbeta.
Yo
DESP?DETE
Lo más triste no es despedirse, sino no saber hacia donde ir...
Y lo más triste no es despedir al que parte sino no saber donde, y para que te quedas.
Si toda la vida es un camino, y si toda la vida es búsqueda, acéptalo aunque te duela, toda la vida es una despedida.
Y solo aprendiste a vivir cuando aprendiste a despedirte.
Y no habrás aprendido a caminar en libertad, buscando lo no alcanzado, mientras no te hayas despedido de lo andado y lo logrado.
Despedirse es condición de todo lo que se mueve en el tiempo.
¿Cómo estarías viviendo hoy sin haberte despedido del ayer?
¿Como quisieras vivir tu mañana, sin despedirte de tu hoy?
Pero presta atención, que no es lo mismo dejar que despedirse.
Todos vamos dejando, pero no todos nos despedimos.
Los animales se dejan, se separan.
Las personas podemos hacer algo más... despedirnos.
Lo dejado sin despedida, puede estar ausente o alejado en el espacio,
pero sigue adherido al corazón, quitándote la libertad que necesitas para vivir tu presente.
Tu primer alejamiento sucedió cuando naciste; es lo primero que perdiste o dejaste, el seno de tu madre, cuando todavía no estabas capacitado para despedirte.
Por eso dicen por ahí que mientras no te hayas despedido, guardas en lo profundo una secreta nostalgia y un oculto deseo por regresar.
Y el camino de la vida así comenzado, con una perdida y una despedida
se hace un largo peregrinar con llegadas y partidas.
Si, eso es crecer.
Hermoso desafió el de acercarte a la madurez y la plenitud de ser tu mismo.
Pero crecer es doloroso, como lo fue tu nacimiento.
Por eso cuantas personas se detienen y no quieren crecer, porque les cuesta despedirse.
Dejar de ser el niño protegido, para entrar en las aguas turbulentas de la adolescencia conflictiva.
Duele dejar la adolescencia descomprometida, para asumir la juventud con exigencias y responsabilidades.
Duele aceptar la madurez adulta, renunciando a la juventud eterna.
Duele envejecer sintiendo que se acerca el momento de lo último, para celebrar festivamente el encuentro final.
La despedida que no cerraste con una buena despedida, es como una herida abierta, que sangra cada vez que la golpeas con una nueva pérdida.
Deja un hueco de ausencia, que buscarás llenar sin darte cuenta, y que te hará llorar con desmesura toda nueva despedida.
Los consultorios psicológicos, son salas de auxilio y talleres de reparación, puestos a la vera del camino para que sean socorridos los que no pueden continuar su marcha, por el peso de las despedidas inconclusas.
La libertad y la valentía que no tienes para despedirte de todo lo dejado y lo perdido, son la libertad y la fuerza que te faltan para seguir andando.
Despídete:
De los padres que ya no necesitas, y cuídate de ti mismo, haciéndote responsable de tu vida.
Despídete:
De los hijos que ya no te necesitan, y déjalos ser libres
Despídete:
De lo bueno que viviste, sin apegarte al tiempo que pasó, por temor del presente y el futuro.
Despídete:
Del mal que cometiste, sin atarte por culpas y reproches perdonándote a ti mismo.
Despídete:
De los que muriéndose partieron.
Para que dejes de esperar su regreso, y camines tu camino en la esperanza de encontrarte tú con ellos...
Despídete:
Deja correr el río de la vida, llevándose las aguas que estás viendo para que tengan lugar ante tus ojos las aguas que no viste todavía, y que ya están viniendo...
Graciela de Filippis
Mensajes para el alma