Las dos puntas de diapasón representan el ADN, las dos cadenas conocidas del ADN que forman la hélice. Hay una luz y una oscuridad, un positivo y un negativo. Estas cadenas han estado sonando fuera de tono entre sí mismas intencionalmente. Han estado operando a frecuencias que causan fricción. Esto fue para ayudarte a entender la dualidad. Ahora, al vivir en el momento divino, al permitir que este diapasón regrese a su frecuencia, estará a tu mismo nivel celular. Será en el núcleo de tu ADN que esas dos cadenas empezarán a trabajar juntas nuevamente. Al hacerlo, atraerá hacia ti todas las cosas apropiadas para tu vida. Esto ayudará también a sanar todas las cicatrices pasadas que están en el interior de tu cuerpo. Revertirá el proceso de envejecimiento que tiene lugar dentro de ti. Sanará las heridas tanto físicas como emocionales, pero para esto se requiere que vivas en el momento divino. Al vivir en el momento divino, al cambiar la frecuencia en tu interior, todas las cosas apropiadas llegarán. Además de las cadenas primarias del ADN, hay por lo menos diez cadenas secundarias. Al permitir que las dos cadenas primarias regresen a la armonía vibratoria, es cuando cambia la manera en que las otras cadenas magnéticas interactúan y se entrelazan. Atraerás tan rápidamente, con toda esa energía, que llegará un momento en que dirás, ¡Tobías, todas estas cosas que están llegando a mi vida, no las puedo manejar al mismo tiempo! Y por eso hablaremos luego de cómo regular el proceso. Mantente detrás del murito, se tú mismo aceptando lo que eres, permite que todo suceda y vive el momento divino.