Cualquier amanecer,
uno cualquiera,
entre el claroscuro de esa hora indefinida
y la brillantez del Sol rojizo,
mi alma trocará a gota de rocío,
y se deslizará por tu cuerpo con
sal de mares bravíos,
y recorrerá tu rostro,
y sentirá el calor de tus mejillas
repletas de jadeos,
y bajará y recorrerá todo tu ser,
y ya completa de amor
la gota caerá a la tierra
y fecundará un rosal...
y un día nacerá una flor,
una rosa como tantas otras...

Tú irás caminando,contemplarás la flor
y casi como al descuido,arrancarás la rosa,
irás a tu cuarto,buscarás un libro,guardarás
la flor,y olvidarás el libro...

Pasarán los años...
Casi casualmente,abrirás el libro
y hallarás la rosa seca,
ya sin recordarme,
acariciarás la flor,como con ternura,
y yo diré gracias,
gracias por esa caricia...

© Juan José Mestre