Existe saudade que não diminui,
ela é tão intensa,
que caminha ao nosso lado.
OlhosDe£in¢e

Existe nostalgia que no disminuye
y es tan intensa,
que camina a nuestro lado.
OlhosDe£in¢e

Texto de opinión

El bello cuerpo de ayer
da paso al cuerpo del alma

OlhosDe£in¢e
- Versión en español por Eduardo e Irany Lecea -

La piel de seda, que otrora me vistió, hoy se reviste de lino con su trama perfilada por el tiempo. Los años hicieron de la piel de mi cuerpo su camino en el andar de mi vida.
En la piel deslizante, recorrida por manos amadas que sintieron la sensación de pétalos de rosas, hoy se sienten los vestigios de una piel suave, con minúsculos surcos que permean el rostro y presienten en el cuerpo insinuaciones de que algo ya cambió.
La piel translúcida de años atrás dió lugar a la piel opaca, que logra recuperar el brillo cuando el amor llega y se ilumina por la maravilla de sentirse amada.
Buscar en los recuerdos el cuerpo sedoso de formas sensuales me roba una sonrisa discreta y un tanto irónica por la realidad actual.
Hoy, me detuve en el tiempo para revivir los momentos que me hicieran detentora de ojos masculinos, que me ruborizaron haciéndome huír de aquellas miradas que traviesamente revelaban deseos.
¿Cuántas de nosotras, mujeres, ya fuimos pensamientos eróticos de muchachos en el descubrimiento de deseos?
Cada año más lindas y más deseadas.
Un tiempo en que se despertaban pasiones por el aspecto de nuestra silueta acoplada a la elegancia y a la manera sutil del gesto, manteniéndose como blanco discreto de miradas fantasiosas.
Hoy, no perdimos la elegancia, la clase, aquella sonrisa discreta y agradecida ni tampoco la mirada soñadora, la boca mojada de placer y el calor de las manos con el magnetismo de la seducción al recorrer el cuerpo en la vereda del deseo.
Pensándolo mejor, no sé si perdimos algo.
Más bien creo que hicimos un trueque. Cambiamos aquél cuerpo vistoso del agrado de muchos, por el cuerpo del capullo de nuestra alma en pulimiento.
Ganamos la complicidad del alma.
Nuestra alma, comandante de nuestras acciones, es también aquella que nos enseñó a mantener las puertas del corazón abiertas para abrigar el amor maduro que nos llega engalanando nuestro camino por la vida, sin tiempo fijo para acabar.
Alcanzar un amor con la edad que ostentamos, cuando ya aprendimos mucho y aún tenemos mucho por aprender, es sentir esa sensación maravillosa de que, vivir, es la certeza de que soñar es el camino para sustentar nuestro mañana.
No importa lo que vestimos por fuera, lo que importa es abrazar la realidad con la conciencia de que ya fuimos cobijadas por fuera y de que hoy somos cobijadas por dentro, por todo lo que aprendimos y entendemos de la vida y del amor.
La sensación hoy es de que la piel está en la transformación correcta para dar paso a la conquista de un amor sereno, de una vida en pareja sin reclamos, sin estereotipos de una sociedad vestida de futilidades y demasiado frágil en el entendimiento del alma.
Aprendí que no importa el tiempo, los años y nuestra transformación visual, lo que importa es sentirse bien consigo misma, con la vida y con el amor.

Amar con el corazón y el alma es sentir el cuerpo en armonía abrazando la felicidad.

México, 12 de septiembre de 2005

Texto de opinião

O corpo belo de ontem
dá passagem para o corpo da alma.
(OlhosDe£in¢e)

A pele de seda, que outrara vestiu-me, hoje reveste-se de linho com suas tramas perfiladas pelo tempo. Os anos fizeram da pele de meu corpo sua estrada na caminhada da minha vida.
Na pele deslizante, corredor de mãos amadas que já sentiram a sensação de pétalas de rosas, hoje sentem vestígios de uma pele macia com minúsculos sulcos a permear o rosto e pressentem no corpo insinuações de que algo mudou.
A pele translúcida de anos atrás deu lugar à pele opaca, que consegue recuperar o brilho quando o amor chega e iluminar-se pela maravilha de sentir-se amada.
Buscar nas lembranças o corpo sedoso de formas sensuais rouba-me um sorriso discreto e um tanto irônico pela realidade atual.
Hoje, parei no tempo para reviver os momentos que me fizeram detentora de olhos masculinos, que me enrubesciam fazendo-me fugir daqueles olhares que marotamente descortinavam desejos.
Quantas de nós, mulheres, fomos pensamentos eróticos de rapazes em descobertas de desejos ?
A cada ano mais lindas e mais desejadas.
Um tempo em que paixões foram despertadas pelo visual de nossa silhueta acoplada à elegância e à maneira sutil de gesticular e de manter-se alvo discreto de olhares fantasiosos.
Hoje, não perdemos a elegância, a classe, aquele sorriso discreto e agradecido nem tampouco o olhar sonhador, a boca molhada de prazer e o calor das mãos com o magnetismo da sedução quando percorrem o corpo na trilha do desejo.
Pensando bem, nem sei se perdemos algo .
Creio que fizemos uma troca. Trocamos aquele corpo de visão para agrado de muitos, pelo corpo casulo de nossa alma em lapidação.
Ganhamos a cumplicidade da alma .
Nossa alma comandante de nossas ações é também aquela que nos ensinou a manter as portas abertas do coração para abrigar o amor maduro que nos chega para enfeitar a nossa estrada da vida, sem tempo certo para acabar.
Ganhar um amor com a idade que ostentamos, quando muito já aprendemos e muito temos para aprender, é ter a sensação maravilhosa de que viver é ter a certeza que sonhar é o caminho para a sustentação do nosso amanhã.
Não importa o que fora vestimos, o que importa é abraçar a realidade com a consciência de que já fomos cobiçadas por fora e que hoje somos cobiçadas por dentro, por tudo que aprendemos, que entendemos da vida e do amor.
A sensação hoje é de que a pele está na transformação certa para dar passagem à conquista de um amor sereno, de uma vida a dois sem cobranças, sem esteriótipos de uma sociedade vestida de futilidades e frágil demais no entendimento da alma .
Aprendi que não importa o tempo, os anos e a nossa transformação visual, o que importa é sentir-se bem com você, com a vida e com o amor.

Amar com o coração e a alma é sentir o corpo em harmonia abraçando a felicidade.

Curitiba, 19 de junho de 2005