Reflexion diaria Agosto 13, 2005
Toda persona humana tiene los mismos derechos a la verdad y a la libertad, pero no son sujetos de libertad ni de derecho el error, el mal, el desorden, ni la anarquía.
En consecuencia, la persona humana podrá usar de su libertad para bien suyo; pero nunca y bajo ningún concepto para dañar a su prójimo, para producirse un mal.
No has de pensar que cuando se te impone alguna cosa, sea en el orden del entendimiento o de la voluntad, de las costumbres o de la vida,
de las creencias o del afecto, con ello se coarta tu libertad, Todo lo contrario: sometiéndote voluntariamente y conscientemente a ello se perfeccionará tu voluntad.
La libertad del entendimiento consiste en ser esclavo de la verdad, y la libertad de la voluntad en ser esclavo de la virtud.
El acto de libertad más sublime es llevar a cabo el acuerdo y la armonía más perfecta posible entre tu libertad personal y la voluntad de Dios.
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
de Alfonso Milagro
Elaboración Silvia Mónica del Rio