Muro de Los Lamentos del Rey David - Vista Panoramica


Escucha:

Categorías

Vínculos Patrocinados:

« Creando amor - poema | Inicio | Quizás se llora / Talvez se chora - poema »

Paseando a mis mascotas - relato para sonreir

escorpion

PASEANDO A MIS MASCOTAS

Como de costumbre me disponía a sacar
de paseo a mis mascotas engreídas, dos
hermosas rottweillers: Khyra, de casi dos
años y Mhara, de unos siete meses, madre
e hija respectivamente. Ambas eran unas
perras imponentes que me hacían sentir muy
bien protegida y tenía la plena seguridad de
que nadie se atrevería ni siquiera a mirarme
y no era para menos, ya que entre las dos
hacían fácil unos cien kilos, casi duplicaban
mi peso.

Estos paseos servían de entrenamiento para la
cachorra, ya que a la madre de la misma forma la entrené y estaba convertida en una perra muy educada. Sin embargo, dada la fama que tiene esta raza de perros, la vereda siempre quedaba a mi entera disposición, pues la gente al verme caminar con ellas, optaba por cruzar a la vereda de enfrente.

Nuestro paseo se desarrollaba con entera
normalidad, yo caminaba lento y llevaba a cada
perra con su respectiva cadena, pero eso sí,
para evitar que tengan impulso para correr,
las cadenas iban enroscadas en mis muñecas
para que de esta forma queden cortas... en
realidad, ya no se sabía si yo las paseaba
a ellas o ellas a mí.

Alto... pasa... corre... quieta... camina...
vuelta..., esas eran las indicaciones que iba
dando a la cachorra y que las cumplía fielmente,
lo que me daba mucha satisfacción. Sin embargo, de un momento a otro sus orejas se pararon así como todo el pelo de su cuerpo y el causante de ello, era un pequeño perro que cruzaba muy orondo a media cuadra de distancia.

Ambas perras furiosas emprendieron la carrera
para alcanzar a su objetivo: el pequeño perrito,
y su dueño atónito veía como éstas se le
acercaban conmigo también, ya que estaba
siendo arrastrada en contra de mi voluntad por
mis "entrenadas" mascotas. Es más, en mi caso me encontraba aterrada, porque sabía que mis perras estaban desbocadas y hacían caso omiso a mis órdenes para que se detengan de inmediato.

Y fue así que, mientras "mis perras me
paseaban a su manera", tuve la acertada idea
de arrojarme al jardín que estaba a unos diez
metros del objetivo final: el perrito, con lo que
evité el fatal desenlace y regresé a casa con
raspaduras y moretones, pero agradeciendo el no haber encontrado en mi camino un árbol o un poste, porque hubiera quedado descuartizada por mis fieles mascotas.

Hoy... las paseo en auto.

©SKORPIONA
Ynés de la Puente Spiers
http://skorpiona.webcindario.com/
http://usuarios.lycos.es/poemasdeskorpiona/


ASSEANDO A MINHAS MASCOTES

Como de costume, me dispunha a passear
com minhas convencidas mascotes, duas
formosas rottweillers: Khyra, de quase dois
anos e Mhara, de uns sete meses, mãe e filha
respectivamente. Ambas eram cadelas
imponentes, que me faziam sentir muito bem
protegida e me sentia plenamente segura de
que ninguém se atreveria nem sequer olhar-me
e não era por menos, já que entre as duas
facilmente se teria uns cem quilos,
quase duplicavam meu peso.

Esses passeios serviam de treinamento para a cadela, já que havia treinado a mãe da mesma forma e se havia convertido numa cachorra muito educada. No entanto, dada a fama dessa
raça de cachorros, a calçada sempre ficava a
minha inteira disposição, pois ao ver-me
caminhar com elas, a gente optava por
atravessar à calçada oposta.

Nosso passeio transcorria com inteira
normalidade, eu caminhava devagar e levava
cada cachorra em sua respectiva corrente,
isso para evitar que tivessem o impulso de
correr, as correntes iam enroscadas em
meus pulsos para que desta forma ficassem
curtas... em realidade, já não se sabia se era
eu que as levava passear ou elas a mim.

Alto... passa... corre... quieta... caminha...
volta..., essas eram as ordens que ia dando
à cachorra as quais cumpria fielmente, o que
me dava muita satisfação. No entanto, de uma
hora para outra suas orelhas se puseram em
pé bem como os pelos de todo seu corpo, e o
causador disso, era um pequeno cachorro que
passava muito cheio de si a meia quadra
de distância.

Ambas cachorras furiosas começaram uma
corrida para atingir seu alvo: o pequeno
cachorrinho, e seu dono, atônito, via que elas
se aproximavam comigo também, já que eu
estava sendo arrastada na contramão de minha
vontade por minhas "treinadas" mascotes. E mais, neste caso me encontrava aterrorizada, porque sabia que minhas cachorras estavam desenfreadas e faziam pouco caso às minhas ordens para que se detivessem de imediato.

E foi assim que, enquanto "minhas cachorras me
passeavam a sua maneira", tive a acertada idéia de refugiar-me no jardim que estava a uns dez metros do alvo final: o cachorrinho, assim evitando o fatal desenlace e voltei a casa com raspaduras e pancadas rochas, mas agradecendo não ter encontrado em meu caminho uma árvore ou um poste, porque teria ficado despedaçada por minhas fiéis mascotes.


Hoje... as levo passear de carro

©SKORPIONA
Ynés de la Puente Spiers
http://skorpiona.webcindario.com/
http://usuarios.lycos.es/poemasdeskorpiona/

Publicar un comentario

(Si no dejó aquí ningún comentario anteriormente, quizás necesite aprobación por parte del dueño del sitio, antes de que el comentario aparezca. Hasta entonces, no se mostrará en la entrada. Gracias por su paciencia).

  Chat
Servicios Turisticos
Politica de Privacidad - Privacy Policy