Parashat Ha'Shavúa: 23 Av, 5765
Shavúa Tov MeHa'Hillel sheKayam Lifne sheHayu Batei Hillel.
Una Buena Semana desde la primera casa de Hillel de los EE.UU.
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La parashá para esta semana se llama R'eh (significando "¡Vea!"). La encontramos en el libro de Deuterónomio 11:26-16:12. Esta sección semanal trata de varios asuntos, pero un asunto parece dominarla, es el concepto de "fijarse en la pobreza, o la miseria). El versículo clave tal vez aparezca en Deut. 15:11 cuando nos dice: "Ki lo yejdal evyon mikerev ha'aretz...al-ken ptoaj tiftaj et yadjah l'ajijhá, l'anyanejá, ulavyonjá b'artzejá." Es dificil traducir este versiculo en castellano, pero una traducción podría ser:"Siempre habrá entre vosotros los necesidados, tanto económicos cuanto sicológicos...así seguramente habéis de abrir las manos a las necesidades de vuestros familiares, vuestros pobres y vuestros errantes, porque todos son parte de vosotros."
El judaimso es diferente de muchas de las otras religiones occidentales porque no glorifica la miseria, la tristeza, o el sufrimiento. Quizás el personaje de Tevey en la obra, "el violinista en el techo" expresara el punto de vista judío mejor cuando él dice" "aunque no es pecado ser pobre o herido tampoco es una gran cosa." En vez de glorificar la miseria el judaismo pide que la enfrentemos. Hay gente pobre, hay gente damnificada, hay gente que está a solas. A veces la vida no es justa, y al darnos cuenta del sufrimiento de nuestro prójimo. es nuestra tarea de ayudarlo, con respecto y con compasión.
El judaismo reconoce que hay muchas formas de pobreza, hay la del bolsillo, la del corazón, y la del espiritu. El nombre de la parashá para esta semana, R'eh (Vea) se da cuenta de que este "evyón" (la combinación de la pobreza económica y espiritual) debe estar reconocido y enfrentado. Demasiados escogen no ver el "evyón" de su prójimo. Es fácil cerrar los ojos a los sufrimientos ajenos, encontrar los pretextos porque merecen sufrir, o simplemente decidir pasarlos por alto. La Torá no acepta ninguna de estas desculpas. Nos exige que veamos las bendiciones y las maldiciones, y entonces actuemos para transformar lo malo en lo bueno, lo amargo en lo dulce. Nos avisa que es un pecado no ver las bendiciones y que en los momentos difíficiles de la vida debemos fijarnos en no solamente en lo negativo sino también en lo positivo.
El judaismo nos enseña que es nuestro deber no sufrir de la miseria la economica o la espiritual. La miseria no es parte de una vida feliz. Es nuestra obligación ver lo positivo y transformar lo negativo en lo positivo. Cada uno debe trabajar para aumentar su riqueza pecunaria y espiritual, no solamente por sí mismo sino también por su prójimo. Este desafio es difícil y para muchos en el occidente una idea radical, pero al ejecutar este concepto realizamos la mitzvá bíblica de ser "Or la'Goyim/Una luz a las otras naciones del mundo"
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Rabbi Peter Tarlow