CONFIDENCIAS

Es una noche fría de invierno
meditando estoy en mi alcoba,
una vez más la soledad me está envolviendo
con su manto de temores y angustias.

Siento cómo de a pocos me hundo
en un ancho mar de incertidumbre,
los recuerdos torturan mi mente
dejándola cual madeja de lana enredada.

Empiezo a rodar y rodar
en un precipicio que no tiene fondo,
detenerme tan sólo quisiera
pero me es imposible evitar la caída.

El pecho lo tengo oprimido
con dudas, temores, preguntas,
quisiera gritar mi verdad por el mundo
pero incomprendida me siento.

Y es en este momento
cuando más necesito de ti,
eres mi amigo, mi confidente,
conoces mis secretos íntimamente.

Me aceptas tal como soy
con mis locuras y enredos,
el único que puede lograr
que calme mis inquietudes.

Confesarte debo esta noche
mi mayor confidencia,
no sólo te quiero como un amigo
te deseo como mi hombre y amante.

Esa mirada tuya que penetraba mi alma
cuando escuchabas mis confidencias,
me enseñó a quererte y amarte
con el corazón y la mente.

© SKORPIONA
Ynés de la Puente Spiers
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