Un ángel me sonrió

Venía conduciendo y en una esquina
el semáforo en rojo me paró
no me diste tiempo ni siquiera a decirte
que de retirar el auto recién lavado venía yo.

Ensimismada en mis pensamientos
tu actitud atrevida me encolerizó.

Enjabonaste mi parabrisa limpio

Con una tonelada de jabón.

De pronto un lampaso de goma firme
tu rostro ¡tan joven! desde allí me sonrió.

Me sentí culpable de mi reacción violenta
y toda mi rabia desapareció …

El vidrio impecable en segundos dejaste
y tus ojos alegres, ante mi mala acción.

Bajé el vidrio para darte unas monedas
pero con un mohín dijiste que no.

Señalaste entonces tu bolsillo izquierdo
donde una leyenda tu dedo señaló:
“Soy sordo mudo, solo sonrío�?
yo le agradezco su fina atención.

Me sentí la peor entre la raza humana
mis problemas me quitaban esta visión
que hay seres humanos con miles de problemas
que no dejan de sonreír aunque se oculte el sol.

Hoy en la ruta camino a mi casa
un ángel sordomudo me envió Dios
para hacerme ver que no todo está perdido
que si yo sonrío, recibiré bendición.

Autora: Libia Beatriz Carciofetti
Argentina
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