Actitud
Actitud
En ocasiones no es lo que nos rodea lo que nos afecta o daña, sino la manera en que miramos las cosas.
Una joven llamada Katie escribió una anécdota que le sucedió después de una convivencia que tuvo con las compañeras de su escuela.
Regresó muy contenta y con entusiasmo. Había tomado algunas notas de lo que había escuchado y las guardó como algo muy valioso.
Sin embargo, la siguiente semana resultó un desastre de tipo emocional. Primero, se sintió profundamente herida por una de sus mejores amigas. Con su mamá tuvo una fuerte discusión y estaba muy preocupada por algunas calificaciones, en particular por la de inglés.
Ni el próximo baile le animaba. Esos días lloraba todas las noches. El viernes se levantó muy desesperanzada y sin ánimos. Al cerrar un cajón con fuerza se cayeron las notas que había tomado en la convivencia y vio una de las hojas que le había dado la encargada de la convivencia. La abrió y leyó.
La hoja se dividía en dos partes. Esto decía la hoja:
La vida no tiene que ver con llevar el marcador. No tiene que ver con cuántas personas te telefonean, como tampoco con quien saliste, con quien sales o con quien no has salido. Tampoco tiene que ver con quien has besado, qué deporte
practicas o que muchacho o muchacha te simpatiza. No tiene que ver con tus zapatos o tu cabello o el color de tu piel o dónde vives o a qué escuela vas. Incluso no tiene que ver con las calificaciones, el dinero, la ropa o las universidades que te aceptan o no. La vida no tiene que ver con cuántos amigos tienes o si estás solo, y tampoco con cuán aceptado eres o no.
La vida definitivamente no trata de eso.
La vida tiene que ver con quien amas y a quien lastimas; cómo te sientes respecto de ti mismo; tiene que ver con la confianza, la felicidad y la compasión. Tiene que ver que estés ahí cuando tus amigos te necesitan y con que sustituyas el odio interior por amor.
La vida trata de evitar los celos, superar la ignorancia y adquirir confianza en uno mismo.
Tiene que ver con lo que dices y lo que en verdad quieres decir. Tiene que ver con considerar a la gente por lo que es y no por lo que posee; pero, sobre todo, tiene que ver con elegir que tu vida ejerza influencia en la de otra persona de una manera que no habría sido posible sin esa decisión.
Con lo que la vida tiene que ver es con estas elecciones.
Ese fin de semana, cuenta Katie, pasó más tiempo con su familia, estuvo más alegre con sus amigas y con gran paz. Tal vez por ello presentó muy buen examen de inglés y le fue muy bien en el baile. Y no fue solo cuestión de suerte, sino un cambio de actitud ante la vida.
Abril 06, 2002