Muro de Los Lamentos del Rey David - Vista Panoramica


Escucha:

Categorías

Vínculos Patrocinados:

« ?rbol de mi alma | Inicio | ?ngeles entre nosotros »

Miedo a crecer

imagen para Asun.jpg

Crecer da miedo.

En realidad crecer, madurar y hacerse adulto da mucho miedo.

Sentir que se llega a cierta edad da una cierta angustia, un sentimiento de que se están escapando las cosas, que quizá la vida se está yendo a grandes chorros, que se ha ido muy rápido.

Increíblemente ya puedo decir “esto pasó hace 15 años?, “tal cosa sucedió hace 20 años?.

Vaya que asombro y qué vacío da pensar en que todo lo vivido ha transcurrido tan rápido.

También provoca cierta angustia ver cómo nos hemos paralizado en alcanzar ciertos sueños, como pareciera que en ciertos aspectos fuimos demasiado ambiciosos y, a la vez, demasiado perezosos para luchar por lo que nos habíamos propuesto.

Sí.

Ser adulto y crecer da angustia.

Es una transición propicia para deprimirse un poco.

Cuando sentimos que los años maravillosos han pasado, la niñez y la adolescencia.

Ahora la adultez aparece como incertidumbre, como tendencia dolorosa, como un deseo de tener las cosas bien claras:

un trabajo,
una pareja,
una estabilidad vital,
ya las cosas se juegan en otro nivel,
hay que pensar en vivir y en sobrevivir,
en hacerse por uno mismo,
ya no hay lugar para acudientes.

Aterra pensar que el trabajo cansa, que es rutinario, que deseamos más, pero que la vida laboral y profesional es tan inestable que pensamos que es mejor no arriesgarse, que “algo es algo y peor es nada?.

Da miedo ver pasar los días en soledad, sin que llegue alguien que nos mueva el piso y, a la vez, valga la pena.

Da miedo volverse tieso, ver como nos cuesta creer, presumir buena fe,
arriesgarse,
cambiar,
confiar,
innovar,
sentir.

Da mucho susto ver cómo caminamos hacia aquello que de niños criticamos en los adultos.

Da miedo algo en particular: que ahora hablamos de que estamos viejos, cuando en verdad aún se es muy, muy joven.

Y lo peor: si se para de soñar, de creer en que podemos cambiar y buscar algo mejor, en unos 15 años miraremos atrás y nos daremos cuenta que HOY (este día, fecha y hora) aún era tiempo de intentar.

Se cree en una adultez que puede ser estable.

Pero el principio de realidad nos muestra otras cosas: es posible quedarse solo, es posible vivir con un empleo rutinario y que los irrita, que tardamos en ser independientes.

Da miedo, porque usualmente nos comparamos con nuestros contemporáneos… tememos quedarnos atrás.

Suelen dar más paranoias espantosas de fracaso personal, de tragedias.

Abundan las culpas paralizantes, de por qué no se hizo esto, o por qué hicimos aquello.

Ningún momento vital esta lejos del conflicto y la tensión.

Vivimos en constante pugna, y la felicidad es sólo episódica, son instantes.

Sin embargo, es posible cambiar, es posible renovarse, es posible empezar a hacer las cosas pendientes, creer, confiar, proponerse sanar viejas heridas, desaprender hábitos y creencias que no nos permiten avanzar porque nos llenan de prejuicios sobre nosotros, el mundo y los demás.

El gran peligro en una nueva etapa es la parálisis y el creer que ya es demasiado tarde.

Deseo terminar esta meditación con una frase del Tao Tse Ching:

“La persona más sabia confía en el proceso.

Sin tratar de controlar; toma todo como se presenta, no vive para lograr o poseer, sino simplemente para ser todo lo que puede ser.

En perfecta armonía?.

El crecer es lucha contra los temores, los prejuicios y las creencias inútiles, es camino hacia el desarrollo, hacia un nivel mayor de conciencia de los propios actos y sentimientos, es oportunidad de ser mejor y de seguir creyendo que lo imposible es sólo una palabra.

Publicar un comentario

(Si no dejó aquí ningún comentario anteriormente, quizás necesite aprobación por parte del dueño del sitio, antes de que el comentario aparezca. Hasta entonces, no se mostrará en la entrada. Gracias por su paciencia).

  Chat
Servicios Turisticos
Politica de Privacidad - Privacy Policy