8 de Julio, 2005
Te sueles quejar de que no tienes fe, es que quizá no sabes ubicarte en la noción de fe y menos aún en la realidad de la fe.
Para creer en Dios, hay que despojarse de sí mismo, hay que reconocerse débil, hay que confesarnos a nosotros mismos nuestra miseria, la poca cosa que somos, como a ti te cuesta hacer esto, por eso tienes tantas dificultades para tener fe.
Otras veces estarás pasando lo que se llama una crisis de fe, estás desalentado, tienes ganas de echarlo todo a rodar.
A través de esa crisis, Dios quiere llevarte a creer virilmente, no con una fe de niño, con una fe adulta, una fe de compromiso, al fin y al cabo, eso y solamente eso es la fe.
Así, cuando la fe parece perdida, puede ser que la tengas mas arraigada, mas personal, más consustanciada con tu propia vida, cuando parece muerta, puede estar mas viva.
Ya sabes, solamente cuando ya no tengas nada, cuando sobre todo ya no te tengas a ti mismo, podrás comenzar a tener fe.
Los cinco minutos de Dios de Alfonso Milagro
Silvia Mónica del Rio
San Guillermo-Santa Fe-Argentina