26 de junio 2005, ángel
Yo soy tu ángel y te digo: tú has sido mi gran maestro, ya que yo no puedo experimentar todo lo que tú vives, salvo a través de ti.
Somos un equipo y necesitamos trabajar juntos, estoy a tu lado a cada instante, tanto me llames o no, cuando quieres o cuando no quieres, respeto todos tus momentos y acudo a tu llamado feliz.
Si tú pudieras ver, del modo en que yo la veo, cómo podría ser tu vida, es una vida tan plena, tan dichosa, que quisiera compartir la visión contigo. Yo veo amor, paz, armonía y belleza por doquier. Esa es tu vida, eso es lo que viniste a experimentar.
Evolucionar significa crecer, fluir, adquirir sabiduría en varios niveles, pero no es un proceso de sacrificio y dolor, de aprender por medio de tremendos esfuerzos y de constantes cruentas luchas con tú interior. No es una lucha contigo mismo. Incluso, como yo lo veo, no necesitaras hacer realmente NADA, sino detenerte un momento, hacer un alto en tu inercia, en tus afanes, y sólo observar cada momento, cada segundo, de tu existencia y descubrir en el Todo lo que éste encierra.
Deja de pensar, no pienses en nada y procura enfocarte en el instante que vives. Percibe los colores del momento, los olores, las texturas, las formas. Deja que se integren a tus sentidos. Comienza por ponerte realmente en contacto con todo lo que te rodea ahora, sin bloquear tus sentidos físicos. Ese es el primer paso.