11 de noviembre, ángel
Todo este tiempo has estado en búsqueda del amor. Eso es lo que hemos estado haciendo. El Espíritu por su cuenta no comprende el amor. Es por eso que tú, Espíritu, estás haciendo este viaje. Por eso has tomado los elementos de la dualidad, la física espiritual del 2 y la has puesto a trabajar tan bien en tu vida. Has estado en la búsqueda del amor, tratando de comprender, de aprender, de sentir. Tú, Espíritu…, el ser divino, también has estado aprendiendo a comprender tu propia identidad. A medida que lo haces, a medida que comprendes la identidad de tu propia divinidad, entonces comienzas a comprender a Dios. Se ha dicho que ustedes nunca hubiesen podido imaginar a Dios en su mente. Y en verdad es así. Sale del corazón. Y esa comprensión aparece cuando entiendes tu propia divinidad. Cuando esto ocurre el Hogar viene hacia ti. Como te hemos dicho, tú nunca vas al Hogar. Ese no fue el propósito de todo esto. El Hogar viene hacia ti. Ahora ¿por qué hablamos de este tema hoy? Has llegado a un punto de gran sabiduría y comprensión. Al liberar tu agenda apagas el péndulo energético de la dualidad y ya no hay balanceos de atrás hacia adelante. Cuando la agenda se detiene se crea algo nuevo. Se crea un nuevo amor. Cuando apagas la agenda los elementos de la dualidad se pueden fusionar, cada uno con su impronta intacta y sin fuerzas opuestas. Se pueden fusionar y crear un cociente espiritual de 4. La dualidad es la energía de 2. Es lo que te trajo hasta aquí para ayudarte a comprender quién eres. Fueron juguetes para ti estas canicas una blanca y otra negra...el simbolismo que hicimos de la dualidad...y la canica neutra que aportaba a un lado o a otro. Las fuerzas de la dualidad, el 2, se combinan, en cierto sentido. Como ustedes dirían, se hacen el amor. Esto crea el cociente de 4. Esa es la nueva comprensión del amor.
