12 de noviembre 2005, ángel
Estos momentos son dulces de verdad. Este que viene de la familia de Sananda toma su lugar entre ustedes para recordar sus vidas juntos aquí y ahora. Aquellos que están en las legiones de los ángeles y los arcángeles no entran en el primer círculo hoy. Ellos se sientan en el segundo círculo, observando. Ellos ponen su energía algo más lejos para que Yeshua Ben Joseph se siente frente a ti en claridad y en brillo y en amor.
Ahora, te recordamos el trabajo que tú haces. Te recordamos que estás creando la plantilla para la segunda creación. Tú eres de los que están tomando el vacío y lo están transformando en una nueva creación. Sabemos, y entendemos que estos son días difíciles de tu vida. Si supieras y entendieras, el desafío que estás tomando aquí, comprenderías por qué hay ciertas dificultades. Te observamos, a ti y a este grupo que ahora lee, vemos muchas auras carmesí en él. Hay bandas en ti, tu campo áurico está brillando con carmesí.
Éste es el verdadero signo de un maestro. Oh, hay otros colores, mas el que brilla por encima de todos los demás es el que te proclama como maestro. No te equivoques con ello, es tu brillo porque ni tú ni ninguno de los que ahora lee se está conectando con nosotros aquí. Tú y ellos serán, por voluntad propia, maestros para los que vengan después de ustedes. Por eso es que nos reunimos aquí.