Mi amor inventado
¿Dondé estás ahora amor mío?, que llenas mis sueños de nostalgia. Extraño tanto tu mirada y tu sonrisa y el suave beso que se convierte en pasión, en desenfreno…
¿Dondé estás ahora amor mío?, que llenas mis sueños de nostalgia. Extraño tanto tu mirada y tu sonrisa y el suave beso que se convierte en pasión, en desenfreno…
Si estuvieras aquí te enseñaría a admirar el verdeazul de otoño, correríamos bajo el aroma de la lluvia, esperarías el ocaso entre mis brazos y las noches se volverían locas de música, de caricias, de calor…
Recuerdo tu simpatía y desenfado ante la vida, y todas las batallas que peleamos juntos contra el mundo, me encantaba tu manera de inventar la ternura cada día, tus silencios y tus chistes; adoraba tus gestos y todos los defectos que te hacían única y especial.
Sin duda que admiraba tu forma de defenderte ante lo injusto, me enseñaste tu colección de sueños y los secretos de tus labios y de tu cuerpo. Con gran sutileza, me impulsabas a ser mejor cada día, a superar mis límites y mis miedos, a reírme de mi seriedad y a gozar todos los momentos, aún cuando estuvieras lejos.
Por eso y más llegué a amarte como a nadie jamás, mi genuina estrella de oriente, mi inspiración, mi todo, por quien sería capaz de lo más noble, aún de morir en el intento de escalar grandes montañas.
Sabes qué es lo más triste de todo…que en realidad nunca has estado aquí, que en realidad nunca has existido, eres tan solo un invento de mi mente cansada de la soledad y yo soy tan solo un hombre abatido, que no pierde esperanza en que algún día te encontraré, tal vez en algún lugar del mundo: en el bosque, en los mares, en la ciudad, en alguna canción…¿dónde estás ahora mi dulce amor?...
Zedrik Blak